Felipe González acusa a Aznar de "joder" las ayudas europeas a España

El presidente del Gobierno, Felipe González, llevado anoche de la vehemencia electoral, acusó al presidente del PP, José María Aznar, "de joder la negociación en Edimburgo" en aquella dura cumbre de la Comisión Europea de diciembre de 1992 en la que se aprobaron fondos estructurales para España: casi seis billones de pesetas concedidos hace apenas dos días. González rechazó el discurso del PP, según el cual su partido defenderá mejor que los socialistas los intereses de España. En Valladolid, ante 9.000 personas y quizás en el acto electoral más caluroso de esta campaña, González pidió el voto "de toda la izquierda".

El líder del PSOE auguró que el PSOE va a ganar las elecciones europeas del 12 de junio y las próximas legislativas. "Vamos a dar en la cabeza a la derecha para que el Gobierno se fortalezca, mal que les pese, y la recuperación económica se apreciará durante 1995". Frases de este tenor, pronunciadas ayer por Felipe González, se escucharon en el mitin más apasionado de esta campaña, cuyo clima arrastró a los oradores.El cabeza de lista, Fernando Morán, sus compañeros para el Parlamento Europeo, Juan Colino y José María Mendiluce, arreciaron contra la derecha y pidieron el voto para que en Estrasburgo el bloque socialdemócrata siga siendo mayoritario.

El hilo conductor del discurso de González se basó en rechazar la capacidad del Partido Popular para defender los intereses de España. Reiteró el argumento que ya utilizó contra Aznar en las elecciones generales del pasado 6 de junio: se extendió en explicar lo que pasó durante la dura negociación de Edimburgo para conseguir fondos estructurales para España, cuando a media tarde llegaron las declaraciones de Aznar calificando de "pedigüeño" al presidente del Gobierno. "La derecha quita el ánimo y el espíritu de superación", dijo González.

En un tono mitinero y más alegre que en anteriores actos, González auguró que "algún día la derecha ganará más por los errores de los socialistas que por sus propios méritos. Pero voy a hacer lo posible para que sea más tarde, que no sea ni en el 1997 ni en el 2000". Estas palabras, como casi todo el acto, iban acompañadas de proclamas de apoyo de los asistentes, sobre todo, de las Juventudes Socialistas de Castilla y León que coreaban el nombre de Felipe y eslóganes como "Felipe, machote, arráncale el bigote". También animaban a los restantes oradores. Repetían los nombres de los candidatos: Fernando Morán y de José María Mendiluce.

Una pancarta de la UGT recordaba que en esta zona los problemas industriales son graves. "Santa Bárbara, no al cierre, sí al futuro". En la calle trabajadores de esta empresa decían: "Menos espectáculo, más trabajo". Junto a la pancarta de UGT había otra de mineros en tono más amable: "Los mineros te vamos a votar [Felipe] por tu apoyo al carbón de Laciana". A mitad del mitin llegó la ex ministra Matilde Fernández, que también tuvo lo suyo de aplausos y muestras de afecto.

En esta región, donde los socialistas son oposición desde hace años y en la que las perspectivas electorales siguen siendo malas para el PSOE, el tono de resistencia se apreciaba en todas las gradas del polideportivo Huerta del Rey. El secretario general del PSOE de Castilla y León, Jesús Quijano, recordó el paso de Aznar como presidente de la comunidad y los casos de corrupción de Burgos y León. Quijano achacó a los gobiernos de Aznar y ahora al de Juan José Lucas la responsabilidad de "los problemas de desarrollo" que tiene esta región. González hizo una breve alusión a los casos de corrupción de su partido y se comprometió a "apartar de la vida política a los que traicionan".La España minifaldera

Morán, más animado que nunca e imbuido del tono festivo reinante en el lugar, se permitió algunas frases hasta ahora inéditas en él. Por ejemplo, se refirió al cabeza de lista del Partido Popular, Abel Matutes, en estos términos: "En televisión he tenido que desmontar las falacias de mi opositor el banquero". Después habló de las rebeliones de los comuneros castellanos y del espíritu libre de las gentes de esta región para aseverar que no eran conservadoras y que "ha habido una clase determinada que ha ahogado a Castilla".

Morán atribuyó a los gobiernos del partido socialista el dinamismo de la España actual. "Hay una España minifaldera y alegre frente a la de los hábitos y la tristeza", concluyó.