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Aznar emplaza a todos los votantes a elegir en las urnas "entre la corrupción y la limpieza"

José María Aznar intenta ensanchar más y más el espacio electoral del PP. Desde Málaga, acompañado del ex presidente de la República Francesa Valéry Giscard d'Estaing, y provisto de la munición dialéctica que le suministró el jueves el ex dirigente socialistaRicardo García Damborenea, Aznar clamó para pedir el voto a los españoles, al margen de su simpatía por uno u otro partido. "No se trata de tomar partido, sino de tomar parte", dijo, "entre la corrupción y la limpieza, entre la verdad y el engaño". En su afán por romper los límites de la derecha a los que intenta recluirle el PSOE, el líder de los populares no dudó en parafrasear en la plaza de toros de la Malagueta, ante unas 10.000 personas, a otro socialista, Felipe González, y aseguró que él también quiere que España funcione, sólo que el presidente del Gobierno no ha sido capaz de cumplir su propósito.

En la segunda jornada común entre las caravanas electorales europea y andaluza del PP, Aznar exaltó el apoyo recibido el jueves en Zaragoza del ex secretario del PSOE de Vizcaya y dijo que "miles, decenas de miles de españoles estaban esperando que alguien como Ricardo García Damborenea" tomase en sus manos la bandera para decir que los intereses de España "están por encima de cualquier otra cosa".Consciente de que el principal obstáculo para el PP sigue siendo la percepción del electorado como un partido de derechas a secas, Aznar se empleó a fondo para explotar la imagen del abrazo con el antiguo dirigente socialista. "Habló a la razón y al corazón de los españoles", señaló, para decir que "aunque no sean del PP, pueden y deben votar al PP los que quieran una España limpia, libre y justa".

Aznar contrapuso, como ha venido haciendo en los últimos días, la campaña socialista y la de los populares. Casi no hay mal desde los reyes godos, bromeó con el público, "del que no seais responsables vosotros". Porque, para Aznar, los socialistas "hablan del pasado, vuelven a las páginas más negras de nuestra historia y a la Guerra Civil" en vez de hablar como el PP "de diálogo, de tolerancia, de futuro y de entendimiento".No a una España del PP

El líder de los populares aprovechó también la irrupción en la campaña de García Damborenea para ahondar en su compromiso con un proyecto integrador. "Si me propusieran hacer una España para el Partido Popular diría que no, tres veces que no, 100 veces que no", dijo, acompañado de una de las mayores ovaciones de la tarde. "Yo quiero una España para todos, sin exclusiones ni sectarismo, donde todos puedan trabajar y todos puedan prosperar".

Para reforzar la idea de apertura; Aznar no dudó en hacer suya una de las ideas claves de González en la campaña que le llevó al poder en 1982, y dijo a sus seguidores que, si les preguntan qué es lo que quieren, contesten que "ya lo dijo alguien, sólo que luego fue incapaz de cumplirlo, que España funcione, que haya trabajo, que las administraciones públicas respondan y que nadie se lleve el dinero".

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El mitin de paso del ecuador de la campaña contó en Málaga con la presencia de la diputada por la provincia Celia Villalobos, segunda candidata, detrás de Abel Matutes, al Parlamento Europeo, y estuvo teñido del talante andalucista que el candidato a la presidencia de la Junta, Javier Arenas, ha sabido imprimir al PP en la mayor comunidad autónoma.

Una bandera con los signos franquistas preconstitucionales fue ondeada en un tendido, entre centenares de banderas de Andalucía, pero los servicios de orden se apresuraron a retirarla.

Por su parte, Arenas celebró el debate cara a cara que mantuvo anteanoche con el candidato socialista, Manuel Chaves, ante las cámaras de Antena 3 como una victoria de Andalucía. "Ahora, si yo fuera el enemigo de Chaves, Alfonso Guerra, que no lo soy", ironizó, "diría: a mí todo el mundo me felicita".

El ex presidente de la República Francesa Valéry Giscard d'Estaing pronosticó ayer ante los tendidos repletos de la plaza de toros de Málaga que Aznar y Abel Matutes "saldrán a hombros, por la puerta grande", el día 12. Giscard, que alternó párrafos en castellano y en francés, celebró que España "tiene asegurada ya una victoria el próximo domingo en Roland Garros".

El presidente de la centrista Unión Democrática Francesa, que ya apoyó con fervor a Aznar en las pasadas elecciones generales, declaró que quiere asistir con sus amigos del Partido Popular "a los últimos días de la gestión socialista" en Andalucía.

El ex presidente francés, en mangas de camisa, manifestó con sus gestos el mismo asombro y la misma satisfacción que dejó ver hace un año en Valencia, ante una plaza de toros atestada, en el que confesó que había sido uno de los actos más multitudinarios de su vida.

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