Mr. Debate
Con un poco de suerte, Manuel Campo Vidal pasará a la historia de la televisión española como organizador de debates políticos, sector en el que lleva especializándose desde aquel famoso primer cara a cara de hace un año, entre González y Aznar. Ya le invitan, a Mr. Debate, a visitar televisiones de los hermanos países latinoamericanos que ahora se inician en semejante terreno informativo; igual que invitaron en su día a Suárez a dar lecciones de transición y a los socialistas a impartir democracia. En fin.Tiene Campo Vidal, además, el mérito de haber puesto a Manuel Chaves a reflexionar 48 horas antes del evento -el presidente de la Junta ha eliminado toda actividad pública para concentrarse mejor-, lo cual no es ninguna tontería. El día de mañana -me refiero al futuro-, algo tan sencillo como salir en la tele debatiendo con el contrario puede empujar a los partidos a seleccionar a sus candidatos por la labia y la fotogenia, y a lanzar al cubo de la basura a políticos respetables con un espantoso perfil. Y eso se lo debereremos, en primer lugar, a este incansable periodista.
La cosa es que el edificio de Canal Sur en San Juan de Aznalfarache está siendo sometido a los últimos y apresurados toques que limpian y dan brillo y esplendor: encalamiento de muros, parcheo de desconchados, y, last but not least, pulimiento del mármol del patio noble en donde se sentarán los VIP. Porque el espectáculo está, más que nada, en la forma en que Canal Sur y su colaboradora Antena 3 -que transmitirá el mano a mano para el resto de España- enfocan el asunto, como si de la ceremonia de los Oscar se tratase. A lo grande. Casi un centenar de técnicos trabajarán en la emisión, en el mismo decorado de los anteriores debates de Campo Vidal -se han traído hasta la mesa, y la planificación de tomas será calcada de sus programas-, y a las seis cámaras que figurarán en el estudio hay que añadir ocho o nueve más que recogerán la llegada de los personajes e invitados y las entrevistas previas: lo que podríamos llamar televisión sobre la televisión.
Se cuenta, además, con una Steady Cam traída por Antena 3 -con el operador- para seguir a los protagonistas por terrenos irregulares sin pegar saltos: un modelo que se usó por primera vez en la película El resplandor, cuando el nene corría en su coche por los pasillos. Como puede verse, todos los avances de la técnica puestos al servicio de la democracia.
Lo que ocurrirá hoy en el plató no será, sin embargo, terrorífico, o eso se espera, aunque existe cierto miedo ante la sosería legendaria de Chaves. En cualquier caso, se confía en la capacidad oratoria de su oponente, Javier Arenas, para hacerle mover un poco la cintura y abandonar el encastillamiento en el juego defensivo que viene ejecutando hasta la fecha, centrado en destacar lo conseguido por el PSOE en Andalucía en materia de educación, libertades e igualdad.
Personalmente me parece que los debates ofrecen una gran oportunidad a los políticos fotogénicos, que si fracasan siempre pueden intentar colocarse conduciendo un reality show, y a quienes asisten en calidad de invitados les da oportunidad de vestirse bien, conocer gente, e incluso hacer el amor. Quién sabe.
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