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Cerco policial para evitar más entradas de cubanos en la Embajada belga

La residencia del embajador belga en La Habana parecía ayer una fortaleza sitiada. Cerca de 50 policías de uniforme y otros tantos vestidos de civil custodiaban los alrededores del parque Zapata, en la Quinta Avenida Miramar, mientras una doce de coches patrulla había corta las calles cercanas e impedía acceso a la zona a vehículos personas. Horas antes, el domigo a las 10 de la noche, uno los 114 refugiados salió de Embajada por propia voluntad la policía le permitió irse a casa sin identificarse.Las calles de Miramar estaban tranquilas el domingo por tarde, pero en las cercanías de Embajada algunos jóvenes

mirada curiosa parecían pase en bicicleta y de vez en cuando dirigían a algún vecino. "Sólo este mediodía más de 10 personas me han preguntado que do de está la Embajada de Bélgica" comentaba una vecina.

Mientras en la calle la situación era normal y ninguna embajada había pedido que se reforzase la guardia, dentro de la residencia del embajador belga, Paul Vermeirsch, también había tranquilidad. Durante el fin de semana ningún policía ni vecino vi que funcionarios belgas entrase .a la delegación diplomática con víveres ni colchones. El embajador aseguró el lunes que los refugiados habían pasado bien la noche.

Las autoridades cubanas belgas continuaron ayer las negociaciones en La Habana y en Bruselas para llegar a una "solución rápida y huinana" del incidente. Hasta el momento, la parte cubana se ha comprometido "no ejercer represalias" contra los ocupantes de la residencia del embajador belga cuando salga del recinto diplomático por propia voluntad. Pero las autoridades de la isla siguen siendo tajantes en su voluntad de no permitir la salida del país a nadie que usen la fuerza como medio de presión para viajar al extranjero. El Gobierno cubano difundió un comunicado, que publicaron lo medios de prensa oficiales, en se que se califica a los refugiados de "grupo de elementos antisociales" y se culpa a las emisoras de radio de Miami y a la Administración norteamericana de fomentar estos incidentes.

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