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El PSOE da marcha atrás y dejará de llamar fascista al PP

Anabel Díez

El PSOE va a retirar poco a poco las acusaciones de fascistas a los dirigentes del Partido Popular al considerar que ese elemento de campaña pueda exacerbar el clima de crispación social y traer efectos indeseados para el Gobierno. Así lo estiman los miembros del comité de estrategia electoral socialista, quienes, no obstante, van a intentar bipolarizar al máximo la campaña de manera que no exista más que "derecha e izquierda". Pasados cuatro días, los socialistas están moderadamente satisfechos, dado que, a su juicio, llevan la iniciativa de la campaña electoral y han conseguido colocar al PP "a la defensiva".

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Esta situación la vive con cierta desesperación la coalición Izquierda Unida, que tiene como reto deshacer la estrategia de los socialistas y recuperar parte del voto habitualmente suyo que se fue al PSOE en las elecciones legislativas del pasado año.Los socialistas todavía, no se creen que sean ellos quienes lleven la iniciativa dado el clima absolutamente en contra con el que empezaran el viernes la campaña electoral con vistas a los comicios europeos y andaluces del próximo 12 de junio.

Los miembros más realistas del comité de estrategia reconocen que, más que por méritos propios, una vez más tienen que agradecer a los populares los "deslices" de algunos de sus dirigentes y militantes. En concreto, las declaraciones comprensivas con el franquismo de la candidata número tres del PP, Mercedes de la Merced, o los vivas a Franco coreados por militantes populares de Albacete.

Tanto el presidente del Gobierno, Felipe González, como el vicepresidente, Narcís Serra, y el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, han utilizado en sus actos estos hechos y directamente han afirmado que en las filas populares hay un poso considerable de franquistas y fascistas. No obstante, pasados cuatro días de campaña, existe cierto vértigo en el PSOE sobre la conveniencia de seguir por esa línea. Pasear el espantajo del fascismo cuando en España sus representantes están poco definidos pero "existen" debe tener sus límites, indican estos interlocutores.

El objetivo de marcar la campaña desde el primer día creen los socialistas que lo han conseguido al advertir escasa capacidad de reacción de los populares.

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Golpe acusado

El presidente del PP, José María Aznar, ha respondido que "los socialistas han caído muy bajo", frase que no ha preocupado demasiado al PSOE, que esperaba una reacción más "efectista". Los socialistas creen que el PP ha acusado el golpe. No obstante, este elemento de la campaña -que no habrían explotado si no se hubieran dado las declaraciones de Mercedes de la Merced a EL PAÍS- se irá abandonando como idea fuerza en los mítines socialistas, según reconocían ayer sus dirigentes.

Los socialistas tratarán ahora de fijar el mensaje de que en esta campaña se vive un enfrentamiento entre derecha e izquierda con todos los aditamentos clásicos que el PSOE ha incluido en su guía de campaña. Como ya hicieran en las elecciones legislativas del pasado año tratarán de que el voto de los ciudadanos "de izquierda y progresistas" vaya a sus filas y plantean estas elecciones entre "el proyecto progresista para Europa frente al proyecto conservador".

Ni que decir tiene que este planteamiento perjudica de lleno a Izquierda Unida (IU), cuyos líderes a estas alturas son más que conscientes de que pueda repetirse el fenómeno de ¡que viene el lobo de la derecha! y no se considere útil votar a Alonso Puerta, cabeza de lista de la coalición que dirige Julio Anguita. En esta campaña el líder de IU intenta por todos los medios deshacer el clima bipolar.

Los nacionalistas, por su parte, se muestran distantes de los dos grandes partidos, aunque sus referencias más críticas van hacia los populares a quienes identifican, sobre todo desde CiU, con la clásica derecha defensora del nacionalismo español.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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