Dos cabezas y dos brazos
El Partido Popular ha diseñado para las elecciones al Parlamento Europeo una campaña electoral con dos cabezas y dos brazos. José María Aznar y Abel Matutes formarán el eje bifronte de lo que se prevé un glorioso avance electoral, mientras por las alas se desplegarán dos lenguas aceradas: Celia Villalobos y Francisco Álvarez Cascos. La diputada por Málaga -la conciencia social del partido y número dos de la candidatura europea- cubrirá, obviamente, el flanco izquierdo, mientras Álvarez Cascos, el político con imagen deduro, fajador, se encargará del derecho. Ambos tendrán sus propios actos electorales al margen de la gran caravana de Aznar-Matutes, que tiene previsto llenar las plazas de toros de media España.Esta división del trabajo tiene, aparentemente, un doble objetivo. En el frente principal, Aznar arropará al máximo a Matutes, un candidato con menos imagen que su rival socialista Fernando Morán, y convertirá la campaña de las europeas y la previsible victoria popular- en algo más que un triunfo en las elecciones al Parlamento Europeo. De hecho, Aznar dedicará más tiempo a la campaña de las europeas que a la de las elecciones al Parlamento andaluz, consciente de la importancia simbólica de una primera victoria sobre el PSOE. En los flancos, Villalobos y Álvarez Cascos demostrarán su probada capacidad dialéctica para responder a los desafíos de los adversarios en una campaña que todos prevén dura.
De hecho, existe un profundo malestar en el cuartel general de los populares por lo que consideran una campaña indigna: las repetidas referencias de los socialistas al "peligro" de la derecha, sus alusiones al franquismo o al talante poco democrático de los miembros del Partido Popular. Esta irritación se concentra particularmente en José María Mendiluce, la nueva estrella independiente de la campaña del PSOE, cuyos mítines están recibiendo una amplia cobertura por parte de TVE, y que se permitió sugerir la posible alianza de los populares con los neofascistas italianos en el Parlamento Europeo.
Para contrarrestar lo que considaran una campaña de difamación y miedo, los estrategas del PP van a subrayar el compromiso del Partido Popular Europeo -al que pertenece el PP como otras organizaciones democráticas, como -el PNV- con las libertades públicas y el Estado de derecho. Aznar reclama la tradición liberal, cristiana, y democrática que encarnan líderes como Robert Schuman, Konrad Adenauer o Alcide de Gasperi. Ello no impide que en medios populares se reconozca discretamente que intervenciones como la de Luis Ramallo en la interpelación al vicepresidente Narcís Serra no favorecen la imagen de moderación, apertura y centrismo que Aznar pretenden transmitir a la sociedad. ]De hecho, ésa es una de las fuerzas y de las debilidades del PP. Aznar ha conseguido agrupar a su alrededor a todas las familias de la derecha española, un espectro que va desde el conservadurismo hasta la socialdemocracia de UCID.
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