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La ruta del 'va kalado'

Miles de jovenes se divirtieron anoche con la 'música máquina' a pesar de la lluvia.

Antonio Jiménez Barca

El chotis ha pasado a la historia. Las 3.000 personas, la mayoría jóvenes de 20 años, que se dieron cita ayer en la explanada de la la Casa de Campo, inventaron un nuevo baile isidril: el va kalado. Es fácil: al ritmo de la música más discotequera, y bajo un chaparrón bíblico, se mueve el paraguas de arriba para abajo y de derecha a izquierda, dentro de un charco de barro intentando no calarse una vez más en estas fiestas que hoy terminan. El parte meteorológico dice que es posible que siga lloviendo, así que el tradicional cocido de la Plaza Mayor de hoy es probable que también salga aguado.Los jóvenes bailaron ayer con un entusiasmo digno de elogio. Eran las 9.30, faltaba media hora para que empezara el concierto que reunió a figuras de la música máquina como Chimo Bayo, Paco Gil y otros, y uno de los guardias de seguridad del recinto, veterano ya de los espectáculos musicales de este San Isidro lluvioso, miró para el cielo, puso cara de entendido en la materia y sentenció: "Mala cosa, va a llover otra vez".

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Tenía razón. Como algo preparado, a las 9.55, cinco minutos antes de que comenzara a sonar el primer conjunto, se descerrajó un aguacero de película. Tranquilidad. La mayoría de los asistententes, precavidos, había traído paraguas. Los abrieron y se pusieron a esperar. "Lo malo es que con tanto paraguas no se ve nada", comentaba Daniel, de 19 años, un estudiante no asíduo a la ruta del bakalao pero sí oyente de este tipo de música por la radio.

A la hora en punto, a las diez, el presentador de la Cadena 40 Fernandisco apareció en el escenario, dijo que la maldita lluvia no iba a impedir que hubiera música y que la gente bailara. Como el guardia de seguridad, también tenía razón.

Sonó el primer grupo, Spanic, con ritmo disco, y arrancó los primeros pasos del publico. Con mérito y sin estimulantes, porque con la que estaba cayendo a nadie se le ocurría ir al bar: "Sí hombre, ir a por una cerveza y calarme", decía una chica que compartía el paraguas con su novio. Eso sí, los pasos de baile no podían ser muy largos ni muy pasionales. Se corría el riesgo de hundir el zapato en un charco-lago.

La mayoría de los asistentes, más que seguidores de la ruta de la música máquina, era gente con ganas de divertirse al aire libre. "Los de la ruta del bakalao tienen coche o se van a una discoteca", decía Francisco, de 19 años, que también había traído paraguas.

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Uno de los asistentes, Javier Martín, de 19 años, seguidor del frenético ritmo y vestido a la moda del Príncipe de Bel Air, exclamó: "Esto de la lluvia es una putada". Más tarde reflexionó en voz alta: "Aunque hay que tener en cuenta que viene bien para el campo". Su novia Mari Carmen, con la que compartía el paraguas, le miró asombrada.

Hoy, último día de las fiestas de San Isidro, es la gran final del Trofeo de Rock Villa de Madrid. Sesenta grupos de Madrid han tocado a lo largo de la semana en los distintos auditorios municipales. Sólo ocho han llegado hasta la fase final. El primer premio consiste en un talón de 400.000 pesetas. Otros dos premios especiales, el de la Sociedad General de Autores y el de la Asociación de Intérpretes, ascienden a 250.000 pesetas cada uno. La cita es a las siete de la tarde, en la explanada del lago de la Casa de Campo (metro Lago, línea 10). Tras conocer el resultado actuarán Los Ronaldos y La Granja

Las Vistillas (Bailén, a la altura del viaducto) termina el ciclo musical isidril con Miguel Poveda, un veinteañero de Barcelona que ha seducido a críticos y público con su voz flamenca. Poveda, que ha ganado el Festival del Cante de las Minas, en Murcia, actúa a las diez de la noche. Antes, a las 20.30, el grupo Tríada Sur tocará sus sevillanas más famosas, que forman parte del repertorio habitual de las radios españolas. Y a las nueve de, la noche, la orquesta Barna Express, compuesta por 18 músicos, hará bailar al personal. La semana, de San Isidro quedará clausurada a medianoche con un festival de fuegos de artificio.

El parque de San Isidro también cierra los festejos con un "gran castillo de fuegos de artificio". Pero antes, a las diez de la noche, la orquesta Impacto subirá al escenario del parque. La velada ha sido organizada, como desde hace 15 años, por la Asociación de Vecinos de Carabanchel Bajo. También participa la orquesta Banda Sur, compuesta por 14 músicos que saben hacer bailar.

Hoy es el último día para visitar las nueve casetas de la X Exposición del Libro sobre Madrid. Desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche. Cierra a mediodía.

PARA NIÑOS. A las doce de la mañana, en las Vistillas, Alejandra Botto levantará la carpa de su circo ecológico. Entrada libre.

En el puente de Toledo (próximo al parque de San Isidro), los niños podrán participar en un concurso de pintura al aire libre. Además, habrá payasos, juegos y música infantil para despedir al santo.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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