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La policía marroquí logra desarticular un grupo integrista armado

Ocho presuntos militantes integristas, seis marroquíes y dos argelinos, han sido detenidos en las ciudades de Rabat y Salé acusados de tenencia ilícita de armas, según ha anunciado un portavoz de la Asociación Marroquí de Derechos del Hombre. Los detenidos marroquíes están vinculados, al parecer, a la organización ilegal islamista Justicia y Caridad, que lidera Abdesalam Yasín, quien desde hace más de cuatro años se encuentra bajo arresto domiciliario.

Entre los ocho integristas detenidos se encuentra el súbdito marroquí Hassan Aaghiri, residente en España, y cuya desaparición fue denunciada recientemente en Madrid por la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH).Según la organización humanitaria española, Aaghiri había desaparecido en la ciudad marroquí de Salé, cercana a Rabat, el pasado 24 de abril, después de ser detenido por la policía junto con otros dos jóvenes, acusados de pertenecer a una organización ilegal en el extranjero.

Hermético silencio

Las autoridades judiciales y policiales marroquíes vienen manteniendo un hermético silencio sobré la detención de Aaghiri, hasta el punto de que su situación judicial fue desmentida por la policía a sus familiares, residentes en Salé, cuando trataron de ponerse en contacto con el detenido.Como consecuencia de esta falta de información, la Asociación Marroquí de Derechos del Hombre presentó una denuncia ante el Juzgado de Salé, mientras que la organización humanitaria española comunicaba el caso a la Oficina de los Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, pidíéndole que efectuara una gestión cerca de las autoridades de Rabat, en un intento de aclarar los hechos.

Los ocho detenidos, entre los que se encuentran un fontanero y un maestro de un colegio de Rabat, fueron trasladados el pasado jueves 19 de mayo al Tribunal Militar de Rabat, donde, se les leyó el pliego de acusaciones, que se encuentran centradas básicamente en los supuestos delitos de tenencia ilícita de armas y municiones. Los detenidos de nacionalidad marroquí están vinculados a la organización ilegal integrista Justicia y Caridad, fundada hace más de, una docena de años, y cuyo líder principal es un funcionario del Ministerio de Educación, Abdesalam Yasín, quien se encuentra desde 1989 bajo arresto en su domicilio de Salé, sin que en ningún momento se haya dictado contra él una resolución judicial.

La detención de este grupo de jóvenes ha sorprendido en medios jurídicos y políticos, donde se había comprobado en las últimas semanas una actitud más flexible por parte de las autoridades con respecto a la situación de Yasín y de su organización, al permitir que algunos abogados y responsables de las organizaciones de derechos humanos pudieran ponerse en contacto con él y visitarle en su domicilio.

La actitud tolerante de la Administración coincidió con una ofensiva legal y jurídica iniciada hace seis meses por los partidos de la oposición marroquí y por un grupo de abogados, que tratan de conseguir la libertad de Yasín. El caso de Yasín se planteó incluso el pasado 12 de enero en el Parlamento de Rabat, cuando un diputado del partido nacionalista del Istiqlal, Abderrahman Lahrichi, solicitó desde la Cámara su libertad, asegurando que su detención era "contraria a las leyes, al Estado de derecho y a la justicia".

Recientemente, el colectivo de abogados defensores del líder integrista marroquí hizo público un comunicado en el que denunciaba nuevamente la situación y recordaba que dos años atrás había presentado ante los tribunales ordinarios un recurso contra la medida, a la que consideraban arbitraria, y de la que hacen responsable al director de la Seguridad Civil, al gobernador de Rabat-Salé y al propio ministro del Interior.

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