La brillante idea de la Junta Central Electoral
Una de las ideas más brillantes de los miembros de la Junta Central Electoral fue suspender la programación normal de las emisoras de radio y televisión. Las cadenas internacionales (entre ellas Televisión Española) también han sido censuradas.Desde el domingo, todos los canales emiten las mismas películas baratas o las mismas actuaciones musicales, interrumpidas de vez en cuando para dar publicidad de la Junta y testimonios ciudadanos sobre lo bien que marchaba el proceso.
Nadie en su sano juicio puede permanecer sentado frente al televisor largo rato, por lo que los anuncios suelen pasar desapercibidos. En este contexto se produjo, en la tarde del lunes, el anuncio de la prolongación de la jornada electoral, que interrumpió la actuación de una cantante cuya anchura era la misma que las pulgadas del televisor.
Las únicas noticias sobre incidentes han sido recogidas por los periódicos. La cadena informativa no puede ser más caótica: los periodistas son convocados y desconvocados a ruedas de prensa cada dos por tres y el silencio alimenta los rumores, que crecen como una bola de nieve: a las cuatro, Estados Unidos ha invadido Haití y a las ocho el Ejército dominicano se moviliza en algunas poblaciones.
Si la pretensión de los miembros de la Junta Central Electoral era evitar enfrentamientos; perfectamente plausibles dado el calentamiento de la campaña y lo imprevisible de los comicios, el resultado ha sido el contrario: el ambiente se espesa cada vez más y comienza a ser insoportable. Ahora, en medios de la oposición y ante los problemas surgidos en el recuento de los votos, esta censura informativa es vista cada vez más como la simple y llana tapadera del fraude.
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