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¿Quién es el Oso Mayor?,

Disuelto el grupo antidroga de Vitoria al comprobarse que intentaba abortar una investigacióninterna por cuatro acusaciones judiciales contra su jefe

Pedro Gorospe

La caída en bloque del grupo antidrogas del Cuerpo Nacional de Policía en Vitoria echa el telón a toda una época. Procesados unos y trasladados otros, el caso ha alcanzado su punto culminante después de que tres polis encañonaran y zarandearan a otro de Asuntos Internos cuando todavía estaba fresco el recuerdo de un anónimo amenazante contra un juez. Las sombras sobre el caso se acrecientan cuando algunas operaciones antionarcóticos culminan sin esperar a que la droga llegue a su destino. Y el morbo lo pone el desconocido Oso Mayor -citado en las conversaciones intervenidas al grupo-, al que ocultan datos.Tiene todos los ingredientes de una novela negra, pero ambientada en una ciudad poco usual para el género, que sólo ha servido de marco a las películas de Juanma Bajo Ulloa. El argumento para la trama es perfecto. El jefe de la unidad antidroga local, Gerardo G. F-. se enfrenta a tres presuntos delitos de tráfico de drogas, prevaricación y escuchas ilegales. Una vez detenido y encarcelado, después de una larga investigación de Asuntos Internos, se suceden una serie de hechos que revolucionan los ambientes judicial y policial. Una amenaza anónima contra el juez, unos policías que coaccionan a otro para intentar romper la investigación, y rumores de que además coaccionan a posibles testigos para que enmudezcan.

En unas grabaciones telefónicas realizadas al grupo policial los interrogantes adquieren tina dimensión mayor. En las conversaciones aparece el misterioso Oso Mayor, y los agentes que investigan el contenido de las escuchas se preguntan por qué algunas de las operaciones del grupo relacionadas con el caso se desencadenaron antes de su lógico final.

Probablemente lo menos americano se a el inicio de todo el asunto, que hay que situarlo en Móstoles. Dos jóvenes procedentes de esa localidad madrileña fueron detenidos antes de llegar a Vitoria, como sospechosos de llevar cocaína. Primero fueron conducidos a dependencias policiales, de allí salieron para el hospital para hacerles una radiografía, y finalmente fueron puestos en libertad porque estaban limpios.

Sin embargo, unos días después un agente encontró en las dependencias policiales un preservativo que contenía 50 gramos de cocaína de gran pureza y que presuntamente habría sido abandonado allí por la pareja de detenidos. El jefe del grupo antidroga Gerardo G. F. ordenó silencio. Era la primer semana del pasado mes de abril.

Según fuentes policiales, los primeros interrogantes se suscitaron al comprobar que en las intervenciones telefónicas se hablaba de un destinatario de la cocaína al que denominaban con un diminutivo. Y sin embargo, en vez de seguir al traficante hasta el lugar de la entrega, le detuvieron antes incluso de llegar a la capital alavesa. No era, además, la primera vez que llegaban a Vitoria jóvenes procedentes de Móstoles y la historia se repetía.

Estas grabaciones están siendo estudiadas por la Dirección General de la Policía para ordenar las sanciones administrativas oportunas, después de comprobar que Gerardo G.. F. estableció numerosos contacto telefónicos con traficantes, proxeñetas y contrabandistas.

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En las grabaciones, los agentes investigados por miembros de la Bigada de Interior de Madrid se refieren en varias ocasiones al Oso Mayor, un personaje desconocido al que la policía atribuye un lugar privilegiado en el escalafón.

Disolución

La disolución prácticamente total del grupo llegó a raíz de un incidente entre tres estupas y un miembro de Asuntos Internos de Madrid, el pasado 4 de mayo. En una céntrica calle de la capital alavesa, los policías del grupo antidroga de Vitoria simularon una identificación para encañonar, zarandear y conminar con muy malos modos al policía enviado de Madrid a que se machara de Vitoria y pusiera fin a la investigación. El incidente, al que se le quitó importancia desde el Gobierno Civil de Álava, provocó, sin embargo, una serie de protestas en cadena que saltaron de despacho en despacho que y que han acabado con la casi total desmembración del grupo.

En lo que parece una estrategia para ganar tiempo para sus clientes, los abogados defensores de los agentes implicados han pedido la recusación del juez encargado de instruir el proceso, el mismo que recibió un anónimo insultante que levantó las iras de los jueces de Vizcaya y Álava, así como de los magistrados integrantes de la asociación Jueces para la Democracia y del Colegio de Abogados de Álava. De momento la instrucción judicial de los hechos está paralizada y a la espera de resolver la recusación.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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