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Dos detenidos y 29 heridos en las protestas del sector naval en Vigo

Las calles de Vigo vivieron ayer una verdadera batalla campal entre los trabajadores del sector naval y la policía. Las fuerzas de seguridad desalojaron sobre las seis de la mañana a más de 200 operarios que ocupaban desde el lunes las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). Los disturbios se trasladaron entonces al centro de la ciudad, donde los trabajadores prendieron fuego a un autobús.

La jornada de protesta se saldó con dos detenciones y 29 heridos de diversa consideración: 24 operarios y cinco policías. Los detenidos fueron puestos en libertad en la tarde de ayer.Los cuatro astilleros de Vigo pararon ayer en señal de protesta y las movilizaciones de sus trabajadores continuarán hoy con una concentración prevista para las cinco y media de la tarde ante el Ayuntamiento de Vigo. De nuevo, los sindicatos exigirán medidas que garanticen la viabilidad del sector y el mantenimiento de los empleos en el futuro. Los trabajadores solicitaron ayer la dimisión del gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada.

Los detenidos son José Daniel Costas Fernández, presidente del comité de empresa de Construcciones Navales Paulino Freire y dirigente local de Izquierda Unida, y José Rodríguez Formigo de Vulcano. Ambos sindicalistas de CC OO fueron puestos en libertad por la tarde tras declarar ante el juez.

Otras tres personas al menos fueron retenidas durante algún tiempo para su identificación en la confusión que siguió al incendio del autobús perteneciente a la empresa Viguesa de Transportes SA (Vitrasa), concesionaria del servicio. La acción ocurrió en el cruce de las calles García Barbón y Colón, lugar en el que confluyeron los trabajadores de los cuatro astilleros. Alguien pidió a los pasajeros y al conductor del autobús que bajasen e inmediatamente después el vehículo fue pasto de las llamas que provocaron una densa humareda. La rápida intervención de los bomberos evitó que se produjera alguna explosión.

El fuego y el humo marcaron abruptamente el final de una movilización que, de hecho, se había iniciado a las seis de la madrugada del pasado lunes cuando los regulados se concentraron. en Factorías Vulcano y decidieron ocupar las instalaciones de la antigua Campsa e impedir la salida y entrada de los camiones-cisterna que transportan combustibles a las estaciones de servicio de las provincias de Pontevedra y Ourense. El bloqueo se planteó con carácter indefinido horas más tarde y los empresarios de estaciones de servicio y la empresa afectada se dirigieron, entonces, al gobernador civil de Pontevedra reclamando el desalojo de los ocupantes.

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