Las secuelas del horror siguen vivas en Ruanda
Las hermanas Ana y Ágata Gasimba permanecieron durante una semana junto al cuerpo de su madre en una pila de cadáveres mutilados hasta que fueron rescatadas por su padre. Ahora se recuperan de los machetazos que recibieron en el cuello en el hospital de campaña de Byumba, una plaza fuerte del Frente Patriótico de Ruanda, a unos 75 kilómetros al norte de Kigali, la capital del país centroafricano. Ayer, dos aviones de la ONU volaron hacia Kigali, pese a que el aeropuerto llevaba cerrado dos días. La Cruz Roja pudo evacuar a parte de los heridos internados en el hospital de la capital.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.