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El hombre pico enseña ciencia

"El mundo de Beakman", en las televisiones autonómicas

Rosa Rivas

"¿Por qué anda un coche?", "¿por qué los neumáticos son negros?", "¿por qué una pajita dentro de un vaso de agua parece que está partida?", "¿por qué una brújula siempre señala el Norte?", "¿los pájaros sudan?".Los niños quieren saber estas cosas y escriben cartas a un científico que habla el mismo lenguaje que ellos. Es Beakman, el hombre pico, que responde a todo, no importa que la pregunta sea ingenua o fantástica. Y si la mente dispersa de Beakman olvida alguna cuestión, ya están sus compañeros para recordársela: Joni, una espabilada ayudante, que acude al trote siempre que necesitan su presencia, y Lester, un hombre rata de laboratorio, nacido en un experimento fallido y con la chapita de identificación aún pegada a la oreja. A mucha distancia, dos pingüinos ven en una televisión polar El mundo de Beakman. Sus gélidos comentarios llegan de forma telepática al científico televisivo.

Pelos disparados, ojos de sorpresa permanente, bata verde fosforito, movimientos de dibujo animado... Podría parecer que Beakman está chalado. Pero no, no descontrola. Beakman es un científico que sabe lo que hace. Lo que quiere demostrar es que la ciencia puede ser divertida y fascinante. Física, química, biología... no son tochos en el programa escolar. Son los pequeños y grandes descubrimientos de la vida cotidiana: cómo actúa el jabón, por qué el cielo es azul o qué sé puede hacer para no contaminar.

El profesor Beakman quiere que los niños -y sus padres- viajen con él tanto por los recovecos del cerebro como por las interioridades del globo terráqueo, que el hombre pico maneja como si fuera un balón o abre en dos como una fruta. Es cuestión de confianza: "¿Quién es el gran imán? Pues la madre Tierra. Todas las brújulas responden a la llamada de su campo magnético".

"¿A que no sabéis cómo se llama un grupo de sapos? ¡Nudo! ¿Y una panda de gatos? ¡Gatuperio!". Beakman desafía a los pequeños telespectadores. También él se pone retos. En cada programa -de media hora- hay un desafío, que puede ser, siempre "con método científico", lograr una lata obediente, fabricar una brújula casera o recorrer "la piel del agua" en un barreño mientras descubrimos la refracción.

"Con la ciencia no hacen falta trucos", dice Beakman. La cuestión es dar rienda suelta a la curiosidad. Pero con mucho ojo. "Experimentos controlados. Siempre supervisados por un adulto", no se cansa de advertir a los pequeños espectadores. "Mira lo que te puede pasar", dice, y él aparece chamuscado o envuelto en vendas como una momia.

El laboratorio de Beakman es una mezcla de escenario de Mad Max, con cables y artefactos varios, y de cuarto juvenil, con un póster del abuelo Einstein y abarrotadas estanterías.

El mundo de Beakman tiene estética de cómic. Precisamente nació de una historieta publicada en periódicos nortemericanos: Con Beakman y Jax tú puedes. Su creador, Jok Church, también participa en la producción televisiva. Las capacidades del vídeo y los efectos especiales están aprovechados al máximo para darles a los niños los conceptos masticados.

Beakman (Paul Zaloom) y Lester-Rata (Mark Ritts) tienen antecedentes teatrales y son, además, expertos marionetistas El mundo de Beakman producida por Columbia Tristar, está dirigida por Jay Dubin, que también participó en la serie juvenil Dinosaurios. Fue estrenada en septiembre de 1992 en las pantallas de Estados Unidos. Sus méritos como programa infantil y juvenil han sido reconocidos por organismos educativos y asociaciones de padres. Ha sido declarado este año el mejor programa de televisión por cable para niños y está nominado para tres premios Emmy. Beakman's world forma parte de un resurgimiento de la televisión educacional en Estados Unidos, impulsado por la Administración de Clinton, que pidió a las grandes cadenas "verdaderos programas educativos", y les recriminó que se conformaran sólo con ofrecer dibujos animados, generalmente violentos, y versiones infantiles de programación supercomercial.

The Learning Channel, canal por cable especializado en programación educativa, emitió las andanzas del científico Beakman. En España, el hombre pico vuela por las televIsiones autonómicas. Ha estado en Galicia (TVG), anda por Andalucía (Canal Sur) y por Madrid (Telemadrid), y en otoño irá por el País Vasco (ETB). Su horario es de media tarde y está, por tanto, a merced de imponderables de la programa ción: toros, fútbol u otras urgencias, espectaculares de masas.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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