El PSOE gallego desconoce cómo se financió la compra de su sede en Orense

La antigua dirección del PSOE gallego desconoce de dónde salieron los 10 millones de pesetas que el alcalde de Orense, Manuel Veiga Pombo, pagó en 1989 por la adquisición de un local para la sede del partido en esa ciudad. Veiga insiste en que recibió el dinero de la dirección regional socialista, pero sus miembros más destacados, incluido el ex responsable de Finanzas, José Giráldez, lo niegan rotundamente.Veiga, miembro de la comisión gestora que dirige actualmente el PSOE gallego y hombre de confianza del líder del partido, el alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, pagó el piso con un talón del Banco de Madrid y otros de entidades portuguesas y francesas, según ha confirmado el empresario que le vendió el inmueble. El alcalde nunca elevó el documento de compra del piso a escritura pública. La sede sigue figurando a su nombre y desde 1989 ese patrimonio no se ha declarado a Hacienda.

El alcalde también gastó otros ocho millones en obras de reforma, encargadas a una empresa de la que era accionista José Manuel Salgado Lloves, antiguo recaudador del Ayuntamiento de Orense, que en la actualidad cumple una condena de 23 años de prisión por malversación de caudales públicos.

El origen del dinero para financiar la operación se ha convertido en un misterio. Veiga sostiene que en 1989, en su condición de coordinador del PSOE en Orense, decidió buscar un local para la sede del partido. "Hablé con la ejecutiva gallega, les dije el precio y me dieron luz verde", asegura. El alcalde atribuye a una "dejadez" el que posteriormente no hubiese realizado la escritura pública. Sin embargo, miembros de la anterior dirección replican que el partido carecia de dinero para la compra y afirman que la operación la realizaron por su cuenta los miembros de la agrupación de Orense.

El escándalo ha saltado en medio de la batalla entre la actual gestora del PSOE gallego, guerrista, y la ejecutiva que hasta hace tres meses encabezada del ex secretario general, el renovador Antolín Sánchez Presedo.