"Este hombre es una fiera"

Resignación se leía en todos los labios. Resignación resumida en las palabras de Laudelino Cubino, segundo, a casi un minuto del líder suizo. "Este hombre es una fiera", no tuvo por menos que decir el bejarano.Así crece el mito Rominger, comparable a Eddy Merckx por su ansia de victorias que sólo la mala suerte puede frenar. Aunque un ojo más crítico lo ve de otra forma. Pedro delgado, por ejemplo, sigue batiéndose el cobre. De hecho es el segundo español en la general. "Todo ha sido un alarde psicológico", aseguró el segoviano al enjuiciar a Rominger. "Dijo: 'os voy a demostrar qué fuerte estoy para desmoralizaros' y se fue. Todo es para bloquearnos. Pero en el Banesto mantenemos la ilusión. Yo, por mi parte vi el tirón de Rincón y Zarrabeitia y quise seguirlos, pero la subida era muy larga y se me ha hecho interminable".

Zarrabeitia estaba contento. Ahí es nada, tercero en la etapa y segundo en la general. El vizcaíno hacía sus cálculos partiendo de su segunda plaza. "A Rominger hay que darle de comer aparte", dijo. "Ha demostrado que es el más fuerte. Anda más que nosotros, pero yo he demostrado que he sido superior a los demás". Zarrabeitia no estaba contento del todo, y cargaba contra Cubino, el año pasado compañero suyo en el Amaya. "Qué más da segundo o tercero, y me molesta que Cubino haya atacado no a Rominger sino a mi".

José Miguel Echávarri también le dio a la resignación, aunque no acababa de estar satisfecho con su equipo. "La verdad es que todos han estado muy bien. Mala suerte para Mauri, aparte. Pero Montoya ha fallado. Ha sido el que más ha acusado la transición entre el llano y la montaña". El director navarro es también de los que piensan que Rominger está por encima del resto. "Parece que a los demás sólo nos queda luchar por el podio, pero no pierdo la ilusión".

Sin resolver

Cauto, Rominger no echaba las campanas a vuelo. "No esperaba esta diferencia", dijo. "Todo el equipo ha trabajado muy bien y cuando he visto que estaban cascados he actuado yo". Calculador y prudente, aunque se vea sobrado de fuerzas. "La Vuelta no está resuelta aún. Aún quedan contrarreloj y Zülle es muy peligroso. No es que yo haya ganado, sino que otros han perdido". Y oliendo lo que le espera hasta Madrid, emprendió un viaje de españolización. "Me siento como un español más", dijo. "Me encanta esta afición porque es muy deportiva y aplaude simplemente al mejor, sin mirarle el pasaporte". Su director, Juan Fernández, estaba más contento que unas castañuelas. "Lo tenemos mejor que ningún año", dijo.