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Viaje a un pasado inmediato

No está pensado para niños, pero sin duda son los que mejor lo pasan con los simpáticos personajes de¡ Teatro de Autómatas que está instalado en la plaza de España: se separan de sus padres y, casi hipnotizados, acompañan con su baile infantil la actuación de un conjunto caribeño de movimientos mecánicos que da la bienvenida al público. Gonzalo Cañas ha rescatado de la destrucción este viejo teatro de origen levantino y ha conservado todos sus personajes exactamente igual que cuando viajaban de pueblo en pueblo y de feria en feria en la época de la posguerra.

Lo que los más pequeños no son capaces de constatar es que detrás de la actuación de esta singular compañía de teatro se esconde la más reaccionaria, machista y divertida crítica a la sociedad moderna. Como la de la escena de la esposa que conversa con la amiga que fuma y enseña las piernas mientras el marido trabaja en la cocina con el niño en brazos. 0 la de la mujer ¡que lee! mientras sus desatendidos hijos se destrozan entre sí.Este teatro de autómatas, único en el mundo, está formado por muñecos mecánicos de madera de casi medio metro de estatura, construidos en los anos veinte, treinta y cuarenta. "Es el único conjunto de autómatas configurado como un auténtico teatro. Pertenece a nuestro patrimonio cultural", explica Cañas, hombre de teatro "de toda la vida", que ha hecho todo el trabajo de recuperación de este conjunto.

Nuevos ricos

Otra de las 10 escenas, que se representan bajo la propia lona que tuvo en sus tiempos este teatro, se desarrolla en un cuarto de baño donde una criada negra baña a duras penas a un niño mientras otro hace sus necesidades en el suelo: los que volvían ricos de las Indias se construían cuartos de baño que no sabían usar.

También se ceban con una solterona a la que tan sólo acompañan en sus noches los ratones; con los artistas de poca monta, representados por una flamenca bizca que, al levantarse la falda, enseña sus peludas piernas, o con las mujeres modernas que van a peinarse a la peluquería. Cuando estos personajes se alejan de la crítica tocan temas exóticos.

Hay un mago que convierte a una mujer muy fea encerrada en una caja en una bellísima hembra. "Es muy reaccionario, pero a la vez muy ingenuo, por eso gusta tanto a los niños", dice Cañas. "Es un viaje a nuestro pasado inmediato", añade.

Teatro de Autómatas. Plaza de España, de 12.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.00. 250 pesetas. Hasta el día 2.

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