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Activistas del 'comando Vizcaya' asesinan por la espalda a un guardia civil vasco en Trapagaran

Las pistolas del comando Vizcaya retumbaron a las ocho de la mañana de ayer en Trapagaran (Vizcaya) y arrebataron la vida al guardia civil José Benigno Villalobos Blanco, de 39 años y natural de Lemoiz. El agente, alcanzado por la espalda por un presunto liberado de ETA que le disparó tres veces -dos de ellas, a la cabeza-, se desplomó junto a su vehículo, aparcado cerca de su domicilio. El gobernador civil, Daniel Arranz, ha confirmado la existencia de un comando en la provincia, aunque señaló que se ignora "si está suficientemente organizado o son auténticos pistoleros". Villalobos, casado y con tres hijos de 16, 12 y 7 años, ingresó en el cuerpo en 1974 y fue destinado al País Vasco un año después.

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"Le vi en dos ocasiones. Había un hombre dentro de un coche. Pocos metros más arriba, justo en frente de la carrocería, había una mujer. Al oír los disparos salí y me di de bruces con la persona que había visto subir momentos antes. Llevaba la pistola en la mano y aún salía algo de humo de ella. Era un joven". El chapista de la empresa Carrocerías del Valle fue uno de los pocos testigos que presenció parte del atentado. Realizó estas declaraciones momentos después de ser interrogado por la policía vasca. Vestido con el mono azul, no quiso dar más detalles. "No quiero decir nada porque él me ha visto y tengo miedo", aseguró. La participación de una mujer ha sido confirmada por otra vecina del asesinado, que aseguró ver a una mujer entrando en el coche y guardando una pistola.Pasaban unos minutos de las ocho de la mañana cuando un presunto liberado del comando Vizcaya de ETA [terrorista a sueldo de la banda] se acercó al guardia civil. Benigno Villalobos, vestido de paisano, había salido de su domicilio, situado en el número 7 de la calle José Rufino Olaso. Como todos los días, se dirigía a su destino en Aparcavisa, el centro que acoge el tráfico de mercancías por carretera, donde realizaba labores de vigilancia.

El activista de ETA realizó tres disparos por la espalda y al menos dos balas le alcanzaron en la cabeza, según la Ertzaintza [policía autonómica vasca]. La policía recogió junto al cadáver tres casquillos 9 milímetros parabellum. Uno de los proyectiles se incrustó en la parte inferior de un portal. La mujer, apostada vigilante en una de las paradas del autobús que une Trapagaran con Santurtzi, guardó su pistola y ambos se introdujeron en un vehículo donde les aguardaba un tercer miembro del comando, en la calle Funikular.

El modus operandi de los terroristas coincide con el atentado contra el sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA el pasado 22 de noviembre. En aquella ocasión también se habló de la participación de una mujer. Esta activista cubrió al terrorista que disparé directamente a la cabeza del máximo responsable vasco de la lucha antiterrorista. Fue la propia esposa del agente la que informó a la Guardia Civil del atentado. Sus dos hijos pequeños estaban junto a ella en casa en esos momentos.

Los tres miembros del comando que actuó ayer huyeron en un coche Fiat Tipo con matrícula falsa S-5308 que abandonaron posteriormente. Una patrulla de la Ertzaintza, cuerpo que se encuentra desplegado en toda la margen izquierda de la ría, localizó el vehículo en Portugalete. Funcionarios del equipo de desactivación de la Guardia Civil inspeccionaron el automóvil ante la sospecha de que los terroristas hubiesen colocado alguna bomba trampa. Tras la inspección se comprobó que el automóvil estaba limpio.

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La juez ordenó el levantamiento del cadáver minutos antes de las 10.30. A esa hora llegó al lugar del atentado el gobernador civil de Vizcaya, Daniel Arranz, quien se desplazó a Trapagaran (a 12 kilómetros de Bilbao) para dar el pésame a la viuda. Mientras tanto, un bombero borraba con su manguera el charco de sangre dejado por el cadáver. Arranz confirmó la reconstitución de un comando en la provincia, aunque no pudo precisar el grado de organización del mismo. "No sabemos si está lo suficientemente, organizado o son auténticos pistoleros". El nuevo gobernador de Vizcaya indicó que el comando que asesinó ayer a José Benigno Villalobos "pudiera ser el responsable de los últimos atentados" en la provincia. Además del asesinato de Joseba Goikoetxea, los activistas del comando Vizcaya mataron el pasado 4 de abril al guardia civil Fernando Jiménez Pascual con una bomba adosada a los bajos de su vehículo, en el barrio de La Peña, de Bilbao.

Las dos últimas víctimas de ETA son agentes nacidos en el País Vasco. Arranz consideró este dato como una "casualidad". "Han ido a lo fácil porque era un hombre muy conocido en el pueblo y con costumbres rutinarias".

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