Los diputados de la Asamblea se niegan a crear más campamentos de chabolistas
Caros, conflictivos y alejados de cualquier propósito de integración. Los diputados del PP, PSOE e IU que forman la comisión de la Asamblea de Madrid encargada del chabolismo están de acuerdo en no crear más campamentos de prefabricados y casas bajas para realojar a las 1.069 familias censadas que viven en chamizos. Van a proponer al Parlamento regional que la mayor parte vayan a pisos, como se les prometió en 1986.
La mejor alternativa es la vivienda en altura. Esa es la conclusión de los diputados tras su recorrido, el pasado mes de febrero, por los principales poblados chabolistas y de realojamiento de la Comunidad. La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) está de acuerdo. La idea no es nueva, porque los campamentos se crearon como una fase temporal de adaptación entre la chabola y el piso. Pero su provisionalidad no se ha cumplido.La visita a campamentos de barracones como el Cerro de las Liebres, en Fuencarral, o a barrios de casas bajas como La Rosilla, en Vallecas Villa, y La Quinta, en Fuencarral, ha convencido a los parlamentarios de que estos asentamientos acaban convertidos en focos de marginación y delincuencia.
Por eso van a proponer al pleno de la Asamblea 1imitar los alojamientos provisionales a los actualmente existentes y a los que se encuentren ya en construcción o en proyecto". "Si se diera la necesidad objetiva de construir alguno más, el emplazamiento habrá de ser seleccionado garantizando la proximidad de los servicios comunitarios", añaden en su informe.
Los tres grupos políticos destacan que el fracaso de estas barriadas se debe a su aislamiento, a la mala calidad de las viviendas y a la degradación del entorno.
El rechazo vecinal a tener cerca estos asentamientos ha llevado a construirlos cada vez más lejos, en medio de descampados y lejos de las zonas habitadas. Éste es el caso de dos de los últimos poblados levantados: La Quintá, en la carretera de Fuencarral a El Pardo, y La Rosilla, conocida como Los Pitufos, en la de Villaverde a Vallecas.
Los diputados van a pedir explicaciones sobre la construcción de La Quinta y La Rosilla porque, en menos de dos años de existencia, las casas se han agrietado y han sufrido un fuerte deterioro. El erario público invirtió en ellas importantes sumas; por ejemplo, las 80 viviendas de La Quinta costaron 650 millones de pesetas.
El mismo aislamiento facilita que el ambiente de estas barriadas se malee. Tanto La Rosilla como La Quinta tienen graves problemas de tráfico de drogas. Además, alrededor de estos campamentos "provisionales" surgen nuevos núcleos de chabolismo. Esto sucede, por ejemplo, en el Cerro de las Liebres, en Fuencarral, donde alrededor de 76 prefabricados de familias censadas en 1986 se han arracimado otros 80 chamizos fuera de todo control.
Los políticos extraen una consecuencia: la mejor solución es el traslado a pisos, manteniendo la proporción de un 10% de familias chabolistas gitanas por bloque. Y apoyan los planes del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada: trasladar a viviendas en altura a los habitantes de los campamentos y llevar a los chabolistas a los campamentos, sin crear otros nuevos.
Los diputados del PSOE e IU quieren también que los parlamentarios regionales rechacen el traslado de 100 familias de Los Focos a la Cañada Real, precisamente por considerarlo un gueto. Éste es el único punto de fricción con los parlamentarios del Grupo Popular.
Trabajo social
Manuel Casero, del PSOE, y Susana López Blanco, de IU, aseguran que los populares no quieren pedir al foro regional que se pronuncie sobre las obras de este poblado, adjudicado hace un mes por el Ayuntamiento a la empresa Dragados y Construcciones.Otra de las conclusiones extraídas de la visita a los chamizos es la necesidad de continuar con el trabajo social desarrollado en estos asentamientos por el Consorcio para el Realojamiento y extenderlo a los poblados chabolistas más recientes, que no fueron censados en 1986.
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