Gobierno y CiU se enfrentan duramente con los populares en el Senado por la política autonómica
El Gobierno y el Partido Popular mostraron ayer las abismales diferencias que les separan en su concepción del Estado de las autonomías. Mientras el portavoz del PP en el Senado, Alberto Ruiz Gallardón, defendió el cierre del proceso autonómico, con una definición clara de las competencias intransferibles del Estado a las comunidades autónomas, el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, apostó por mantener abierto dicho proceso. Los nacionalistas de CiU se alinearon con el Ejecutivo y evidenciaron, a su vez, el foso que separa los partidos de Pujol y Aznar.
La interpelación del PP al Gobierno sobre política autonómica se transformó en un debate con pocos puntos concretos. Todo lo más, la propuesta de Narcís Serra de potenciar el papel de los delegados del Gobierno y redefinir a la baja el de los gobernadores civiles, en un claro guiño a CiU. La interpelación derivó hacia un duro enfrentamiento entre el PP por un lado y el Gobierno y CiU por otro, en un terreno filosófico, pero con trasfondo político.Ruiz Gallardón, al plantear la necesidad de que el Gobierno cierre el proceso autonómico trataba de golpear en el pacto que el Ejecutivo de Felipe González mantiene con CiU. Serra acusó el golpe y contraatacó a Ruiz Gallardón poniendo de relieve que los populares lo único que pretendían con esa propuesta era descalificar el pacto. El vicepresidente del Gobierno, a falta de propuestas concretas, entró a fondo en el debate teórico sobre política autonómica.
Pero fue Ruiz Gallardón quien elevó poco a poco la temperatura del debate. Empezó acusando a los socialistas de "ambigüedad" e "indefinición" en el terreno autonómico. "El Partido Socialista nunca ha definido de manera clara cuál es su política autonómica, al margen del oportunismo que ha caracterizado algunas de sus actuaciones, según las necesidades coyunturales de su política de pactos o respondiendo a una mera exigencia de imagen", señaló Ruiz Gallardón. "Unas veces ha aparecido como autonomista, otras como partidario del centralismo, y otras, incluso como federalista". Además de poner de manifiesto las contradicciones del PSOE en materia autonómica, Ruiz Gallardón dio otro paso al señalar: "El PP exige a Felipe González y su Gobierno que no demore más el cierre del proceso constituyente en tomo al tema autonómico y permita que se establezca definitivamente el modelo territorial del Estado.
Serra se atrincheró en posiciones autonomistas y defendió un modelo autonómico abierto para España. Igual que hizo el portavoz de CiU, Miquel Roca, hace dos meses en el Congreso, señaló que los modelos descentralizados, como el federal americano, son abiertos. "Se están produciendo acontecimientos históricos, estamos en pleno proceso de unidad europea y en esas condiciones no es posible plantearse un cierre del proceso autonómico", argumentó el vicepresidente del Gobierno.
Serra, en su contraataque, acusó al PP de actuar a la defensiva ante el proceso autonómico por defender su cierre y tratar de establecer unas competencias fijas e intransferibles, así como homogeneizar a todas las comunidades autónomas. "El reconocimiento de los hechos diferenciales es una necesidad de cohesión, de fortalecer la unidad de España. Esta es una nación con una historia compleja y cuando se le ha querido aplicar el uniformismo sólo se han producido conflictos", dijo Serra.
Intervención de CiU
Los nacionalistas catalanes calentaron aún más el debate. Joaquín Ferrer, portavoz del CIU, se alineó con el Gobierno frente al PP, al que acusó de recelar del proceso autonómico. Calificó de "lamentable" la propuesta del PP y llegó a acusar a los populares de que sus iniciativas tienen el ánimo de "paralizar el desarrollo autonómico".
Alberto Ruiz Gallardón, en su réplica, pretendió neutralizar a los nacionalistas catalanes al señalar que la propuesta del PP defiende el hecho autonómico diferencial y entró a saco contra el Gobierno. Responsabilizó al Gobierno de la "italianización de España" y de crear una "situación peligrosa". No faltó una referencia al pasado con la acusación a Benegas de portar una pancarta sobre la autodeterminación de Euskadi en el Aberri Eguna de 1978. "Ustedes ganaron las elecciones al grito de que viene la derecha y lo primero que hicieron fue pactar con la derecha nacionalista", afirmó.
El portavoz socialista, Bernardo Bayona, respondió con igual dureza. Acusó al PP de "iniciar una cruzada después de las elecciones" y de hacerse meritorio de tebeos de la posguerra como Roberto Alcázar y Pedrín y del grito "Santiago y cierra España".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Relaciones Gobierno central
- Alberto Ruiz-Gallardón
- Relaciones partidos
- V Legislatura España
- Política nacional
- Senado
- Grupos parlamentarios
- Presidencia Gobierno
- CiU
- PSOE
- PP
- Legislaturas políticas
- Parlamento
- Partidos políticos
- Política autonómica
- Comunidades autónomas
- Gobierno
- Gente
- Administración autonómica
- Administración Estado
- Política municipal
- Administración pública
- España
- Política