El precio de las oficinas se equipara los años setenta
Los precios de las oficinas en Madrid son los mismos que en la década de los setenta. La crisis ha empujado hacia abajo a los precios hasta alcanzar los niveles de 1972, 1973 y 1974, siempre en pesetas constantes (descontada la inflación producida entre el periodo de referencia y hoy).
La causa principal es la sobreoferta de oficinas. En la capital hay casi un millón de metros cuadrados libres para instalar despachos: 433.000, fuera de la M-30, y el resto, dentro de la almendra de la ciudad. Una oferta de oficinas galácticamente superior a la demanda, unos 150.000 metros cuadrados al año. "Tal y como está el mercado, lo más sensato es no construir una sola oficina más", recomienda José Barta, presidente de Intec Consultores.
Un metro cuadrado de oficina en el mejor, más alto, más moderno o más aristocrático edificio de Madrid cuesta hoy entre un 30% y un 50% menos que en marzo de 1990. Los precios de alquiler en el eje de la Castellana (desde el paseo de Recoletos hasta Azca) oscilan entre 1.700 y 2.700 pesetas el metro cuadrado, según Intec Consultores. El metro cuadrado de las oficinas situadas en la zona de la carretera de Barcelona hasta el nudo Eisenhower oscila entre 1.400 y 1.900 pesetas de alquiler mensual. En Tres Cantos, Las Rozas y San Fernando de Henares, el precio puede variar desde 800 hasta 1.300 pesetas, según datos de esta consultora.
Reubicación de ida y vuelta
La época de crisis ha dado mucho de sí. Al principio, la mala racha económica expulsó de la almendra de la ciudad a muchas empresas atraídas por los mejores precios de edificios del área de la carretera de Barcelona o de La Coruña, fenómeno conocido como de reubicación. Más tarde, en vista de que los del centro reducían a la mitad sus precios, otras empresas han vuelto alforo dejando los edificios del cinturón de Madrid."El 90% de las operaciones del mercado inmobiliario de oficinas de los últimos siete meses es de reubicación dentro de Madrid", informan en Intec. La espectacular caída de los precios ha animado a los que decidieron no moverse a renegociar a la baja el precio del alquiler que pagan. Ni las más esbeltas e inteligentes torres se han salvado de esta quema. El responsable de la consultoría inmobiliaria explica: "Hemos tenido un boom que ha llegado al absurdo y hemos tenido una crisis que ha llegado al absurdo, y ni el boom estaba justificado ni la crisis se justifica".
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