Cuentos para ser contados
Fábulas, cuentos y hasta chistes que hoy barajamos en nuestras conversaciones tienen origen en la tradición sufi. Incluso en obras como Las Mil y Una Noches pueden detectarse numerosos enigmas del sufismo. Lo mismo que en algunas inscripciones de la Alhambra. Como se puede descubrir un sustrato sufi en la literatura desde el siglo X a hoy. Algunos cuentos sufies están escritos en clave irónica o popular, mientras que otros contienen una profunda metafísica religiosa.Se trata de cuentos para ser contados de viva voz, o leídos en complicidad. Sus personajes han llegado incluso a los tebeos o a los dibujos animados. He aquí dos ejemplos tomados del recopilador más famoso de nuestro siglo, Idries Shah:
Aprender
El Maestro sufi Nasrudín llevaba en su barca a un erudito que le preguntó si la travesía iba a ser muy movida.
-No me pregunte nada sobre esto -le contestó Nasrudín.
-¿Nunca aprendió usted gramática?
-No, dijo el mulá.
-En ese caso ha desperdiciado la mitad de su vida.
El mulá no respondió.
Al rato se levantó una terrible tormenta y la barca de Nasrudín empezó a llenarse de agua.
El Maestro Nasrudín se inclinó entonces hacia su acompañante.
-¿Aprendió usted alguna vez a nadar?
-No -contestó el pedante.
-En ese caso ha perdido toda su vida, porque nos estamos hundiendo.
Enseñar
Un hombre se presenta a un sufi y le dice:
-Enséñame a triunfar.
El sufi contesta:
-Te enseñaré algo más, a ser generoso con los fracasados. Eso abrirá tu camino hacia el éxito y te dará mucho más. También te enseñaré a ser generoso con los que triunfan; si no, podrías amargarte y volverte incapaz de trabajar en pos del éxito.