Los trabajadores de Santa Bárbara queman varios vagones de tren en Oviedo

Trabajadores de la fábrica de armas de Santa Bárbara en Trubia, una localidad situada a 13 kilómetros de Oviedo, quemaron en la madrugada del sábado varios vagones de ferrocarril de Renfe y de Feve, así como dos coches que utilizaron para cortar por dos puntos la carretera que une esa localidad con Teverga, en protesta por el plan de ajuste de esta empresa pública.Testigos presenciales explicaron que los trabajadores cortaron la línea de Feve que une Ferrol con Oviedo y luego. incendiaron tres vagones de una unidad. En la estación de Renfe de Trubia quemaron también varias unidades de ferrocarril de esta compañía.

En los alrededores de esa localidad han tomado posiciones numerosas unidades de policías antidisturbios y de la Guardia Civil. Las fuerzas policiales fueron apedreadas cuando intentaban retirar una barricada.

El viernes, trabajadores de Santa Bárbara cortaron también la carretera N-634, que une Irún con Santiago de Compostela. El tráfico estuvo interrumpido durante una hora y media por una barricada con neumáticos ardiendo.

Los operarios de esta factoría, que mantienen desde el viernes un encierro en el interior de la fábrica, preparan la realización de nuevos actos de protesta contra el plan de viabilidad de Santa Bárbara, que supondrá la pérdida de 689 puestos de trabajo en Asturias.

Un grupo de trabajadores de Santa Bárbara, que se manifestaron en la tarde del viernes frente al hotel en el que se celebra el congreso de los socialistas asturianos, fue objeto de una carga policial en la que resultó herido un trabajador, que tuvo que ser hospitalizado. El sector guerrista, mayoritario en el PSOE asturiano, presentó una resolución de urgencia, que fue aprobada por amplia mayoría, exigiendo la retirada del plan de ajuste.

Fuerzas de orden público, por otra parte, liberaron a las ocho de la mañana de ayer a los tres directivos de Ensidesa que permanecían retenidos por un centenar de trabajadores desde la mañana del viernes. La policía desalojó a los trabajadores, que pertenecen a la acería de la factoría de Gijón, que permanece paralizada desde el pasado día 11. Este paro, que la empresa considera ¡legal, ha generado hasta ahora unas pérdidas superiores a 1.000 millones de pesetas.