Sillas de ruedas en el Conde Duque

El pasado sábado día 9 de abril fui a un acto cultural organizado por la Comisión del 0,7% en Madrid, en el Centro Cultural del Conde Duque (antiguo Cuartel del Conde Duque, ahora reformado y transformado en centro cultural).Y heme aquí -pues yo soy usuario de silla de ruedas- que al encontrarme dentro del recinto pregunté a un ordenanza dónde se celebraba dicho acto; éste amablemente me indicó un lugar que pasé de largo, pues su acceso constaba, al menos, de unos 15 escalones. ¿Cómo yo me iba a imaginar que, habiendo restaurado tan espacioso edificio para un uso público y de difusión cultural, el restaurador había cometido, otra vez más, la falta de delicadeza de no pensar en los que vamos sentados?

Entonces, y después de dar vueltas al largo patio, siempre en mi silla de ruedas, me dirigí otra vez adonde había preguntado y de nuevo me quedé pasta merengue o pasmado.

¡Sí! ¡Es allí! ¿Pero cómo es posible? Así es que no tuve más remedio que resignarme y pedir ayuda a varias personas. Ya que subir tanta altura en silla de ruedas y con el peso pesado mío es para echar el bofe, ni que decir tiene que si fue esfuerzo subir, no fue menor el bajar. Hasta aquí mi odisea y ahora mi queja o denuncia: desde este balcón difusor, pido a quien corresponda subsane esta grave discriminación social y atropello a la integración para con los discapacitados físicos, no sólo aquí, pues es vergonzoso la cantidad de barreras arquitectónicas y de movilidad para andar por Madrid.

Se levantan aceras y calzadas para meter agua, luz, teléfono y un rosario interminable de chuminadas que se le ocurran a la especulación millonaria de un señor, para justificar ante la ley el devastador fraude que se le viene haciendo al contribuyente. Sin embargo, para poder apoyar y dar veracidad y sensibilización a la ya tan mareada integración social, nada de nada. ¡Con nosotros no se llenan bolsillos! Con nosotros se vacían, y, claro está, no somos rentables.

Por último un inciso para preguntar al alcalde de mi querido Madrid si alguna vez llegaremos a disponer de autobuses adaptados. ¿Cuándo tendremos el inmenso placer de montarnos en ellos?.-