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Las lentas decisiones de las organizaciones internacionales

Lluís Bassets

Las organizaciones internacionales son como inmensos paquebotes, que requieren mucho tiempo para realizar una maniobra. Las decisiones de la OTAN de ayer empezaron a tomarse hace casi un año, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que permite el uso de la fuerza aérea en apoyo de los cascos azules.Pero el ultimátum de ayer contra los serbios de Bosnia, el segundo en el periodo de dos meses y medio, parte de una decisión política tomada hace menos tiempo, en enero pasado, por la cumbre atlántica, o reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de los 16 aliados, que tuvo como protagonista al presidente norteamericano, Bill Clinton, en su primer viaje a Europa.

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"Estamos preparados", decía la declaración final, "para lanzar ataques aéreos a fin de impedir el estrangulamiento de Sarajevo, de las zonas de seguridad y de otras zonas amenazadas de Bosnia-Herzegovina".

El inquilino de la Casa Blanca quiso indicar con su periplo europeo, que le llevó desde Bruselas hasta Moscú, que Estados Unidos no se lavaba las manos de lo que pasa en el Viejo Continente, y más en concreto en la ex Yugoslavia. Apenas un mes después, el 9 de febrero, el Consejo Atlántico lanzaba con éxito su primer ultimátum para obtener la retirada serbia de Sarajevo.

Pero no basta con la voluntad política proporcionada desde enero por Estados Unidos. La actuación de la OTAN y la formulación de un ultimátum requiere una base jurídica. En este caso se trata de varias resoluciones de la ONU: la 824, sobre la protección de las fuerzas de la ONU y del personal que se encarga de la ayuda humanitaria; la 836, que crea las seis zonas seguras, y la 844, tomada anteayer, en la que se condena el asalto serbio sobre Gorazde. Todas estas resoluciones han sido tomadas con el voto a favor de Moscú, que ha quedado jurídicamente comprometido, aunque luego no le interese políticamente la aplicación de estas decisiones.

Además de la voluntad política y de la base jurídica, la OTAN necesita elaborar una doctrina militar.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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