Tránsfuga y chivo expiatorio
Jaume Peralta, ex diputado socialista, apoya al Gobierno balear del PP
, A la figura del tránsfuga se le quiere dar una mala imagen, pero su actuación está apoyada por la legalidad". Jaume Peralta (Barcelona, 1948), diputado ex socialista por Menorca y adscrito al Grupo Mixto del Parlamento de Baleares, asiste sin inmutarse a la gran polémica política que suscita al sumar su voto de manera habitual a los del PP. Peralta, un funcionario subalterno en excedencia, ex comunista de obediencia maoísta, ha otorgado nuevamente al PP la mayoría perdida tras la reciente ruptura de esta formación con Unió Mallorquina, grupo en el que se apoyaron los populares desde 1983. El aliado del Gobierno de Gabriel Cañellas explica sus intenciones abiertamente: "Si puedo negociar aspectos de las propuestas del PP, las haré modificar".
Peralta no se siente incómodo con la denominación política de tránsfuga. "Se me ha querido presentar", acusa, "como un chivo expiatorio y despistar así los enormes problemas de Baleares". Quiere ser un parlamentario más y asume su pasado. Entró en el PSOE en el mes de octubre de 1982. Lo abandonó minutos antes de que le expulsaran en 1991. Sus compañeros socialistas denunciaron a Peralta por presunta prevaricación y mala gestión cuando era alcalde de Es Castell (Menorca). Fue absuelto y desde aquel episodio inició su gran batalla contra sus anteriores colegas de partido. Derribó entonces al presidente socialista del Consell de Menorca y su voto dio la mayoría al PP. "La gestión económica de los populares en Menorca es mucho mejor que la del PSOE; por eso les apoyo", se justifica.
La boda parlamentaria del solitario diputado del Grupo Mixto con los 29 parlamentarios de la minoría mayoritaria del PP fue un pacto a larga distancia. "No tengo ningún compromiso, ni acuerdo, ni pacto escrito con el PP; ni he recibido tampoco contrapartidas ni favores", agrega el ex socialista. Reconoce que los conservadores le dieron la presidencia de la relevante Comisión de Turismo del Parlamento autonómico en una comunidad cuya primera industria es precisamente la turística. Peralta sólo firmó públicamente con el partido del presidente Cañellas "un solo papel": la petición que ha servido al presidente del Parlamento Balear para que el PP mantenga el control de las comisiones. La oposición socialista descalificó el documento suscrito por constituir "un pacto del transfuguismo".
Ideologías
El veterano maoísta, que fue carpintero, joyero y ordenanza, aduce que votar con la derecha "no es un problema de ideologías, ni de filosofías". Añade que el PSOE "es un colectivo de intereses y capillitas sin referencias ideológicas y que, además, no constituye un grupo de izquierdas". El parlamentario por Menorca se define en estos momentos a favor "de la justicia social y el liberalismo no conservador". Niega que vaya a afiliarse al PP y reclama para sí el apoyo de una parte de los votantes del PSOE de Menorca. "Bastantes personas apoyan mi actuación y mi trabajo. A ellas me debo".Jaume Peralta es un político profesional con muchos años de actividad, y por ello asume: "Debo estar a las verdes y a las maduras, como, por ejemplo, lo está Felipe González". El Gobierno de Cañellas, que se ha mantenido durante dos legislaturas con el apoyo oscilante de votos tránsfugas, cuenta en la práctica con la adhesión efectiva del diputado ex socialista. Peralta advierte que no está obligado a votar siempre con el PP y deja caer: "Aquí, en Baleares, escándalos e indignidades ha habido en todos los grupos". Muestra sus amenazas y la recámara de posibles descalificaciones: "Si hablamos de indignidades, adelante; tiraremos de la manta y habrá fango para todos, hasta las orejas".
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