El Museo del Prado entra en las monedas

El Museo del Prado pasará este verano de mano en mano. La fachada de la pinacoteca ha sido el motivo elegido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para el anverso de la moneda de 100 pesetas. Así se conmemora el 175º aniversario de la fecha en que abrió sus puertas al público. La entrada elegida ha sido la de Velázquez, y la estatua del pintor se incluirá en la moneda. En el reverso se imprimirá la efigie del rey Juan Carlos, elaborada a partir de una fotografía actual del Monarca.También Las meninas, de Velázquez, y El quitasol, de Goya, estarán al alcance de todos. Reproducciones de ambos cuadros se acuñarán en la moneda de 200 pesetas. En el anverso figurarán dos meninas y una infanta, ya que el cuadro completo era imposible de reproducir, y en el reverso las dos figuras de El quitasol con el paraguas. Esta pieza llevará la leyenda Maestros de la pintura española y el nombre de las dos obras.

"Las monedas son un vehículo cultural de primera línea. Cuando la gente la tenga en la mano y lea la inscripción despertará su curiosidad" explica Francisco Toledo, director de moneda de la Fábrica.

Diferentes dibujos

Cada año, desde que en 1989 se aprobó el nuevo sistema monetario, se acuñan y ponen en circulación monedas de 5, 10, 25, 100 y 200 pesetas con diferentes dibujos. La de peseta y la de 500 son las únicas que se mantienen intocables pese al paso del tiempo. Las de 500 tienen una imagen latente (semioculta), una medida de seguridad para evitar falsificaciones que se empezó a aplicar el pasado año y que es única en Europa. El duro y los cinco duros se dedican a las autonomías. Las de 50 y 100, a efemérides, y las de 10 y 200 a temas libres.

Las dos monedas dedicadas al Museo del Prado estarán en la calle antes del mes de junio. La Fábrica de Moneda y Timbre comenzará a acuñarlas en breve. Desde que los grabadores Luis Díaz, Begoña Castellanos y Esther González modelaron, basándose en fotografías, la fachada y los motivos de los dos cuadros en plastilina al tamaño aproximado de un plato, los diseños han pasado por 21 procesos sucesivos hasta llegar al troquel; uno de los es la reducción al tamaño al mediante una máquina que llama pantógrafo.

Las meninas se ha elegido por su enorme popularidad, según Toledo. Para la otra cara se seleccionó El quitasol después de realizar un estudio sobre la masa de metales, ya que era necesario que las dos reproducciones pudiesen acuñarse en la misma pieza, y ambas eran compatibles; por eso van juntas.