El Cesid cierra su delegación en Exteriores

El Cesid (servicio secreto bajo la autoridad del Ministerio de Defensa) cerró en marzo la pequeña antena (delegación), dotada con tres agentes, de la que disponía en la sede central del Ministerio de Asuntos Exteriores. La oficina, que dirigía el militar Rafael Rubio, asesoraba sobre la protección de las embajadas y consulados en el extranjero, al tiempo que contribuía a sensibilizar al personal destinado fuera de España sobre requisitos de seguridad.El subsecretario de Exteriores, Máximo Cajal, achacó la clausura de la delegación a razones de espacio. "Aprovechando un relevo en el personal que nos aconsejaba, hemos decidido, de común acuerdo con Emilio Alonso Manglano [director del Cesid], recuperar el despacho, porque en este ministerio andamos agobiados por la falta de espacio", declaró. "Los agentes continuarán desarrollando la misma labor, pero desde su sede central", en las afueras de Madrid.

Otras fuentes señalan, sin embargo, que la salida del Cesid ilustra las difíciles relaciones entre el espionaje español y la diplomacia. La desconfianza tradicional de Exteriores hacia el servicio secreto se ha incrementado desde que fue descubierta en Barcelona una red ilegal de escuchas de la que formaban parte varios de sus ex agentes. Este hecho, concluyen, ha incitado al subsecretario a desalojarles del ministerio. Seguirá disponiendo de agentes en unas 40 embajadas.