Barca y Joventut estrenan rivalidad europea
ENVIADO ESPECIALEl Barcelona y el 7UP Joventut hacen historia en su larga rivalidad enfrentándose hoy (20.30) en la semifinal de la Liga Europea de Baloncesto en Tel Aviv, tan lejos como lo permite el mapa. De ella saldrá la alternativa española al trono del baloncesto europeo. En un intento por desdramatizar, ambos bandos rebaten pronósticos, estadísticas, lucubraciones, para concentrar sus fuerzas con el recelo de los buenos catadores. Televisión Española no ofrecerá hoy, como estaba previsto, el partido en directo, ya que La 2 emitirá el debate sobre el estado de la nación, mientras que TVE-1 mantendrá la programación. El encuentro se ofrecerá en diferido, a la 1.45, en La 2.
No habrá posibilidad de corrección. El que gane jugará el jueves la final contra el Olym piakos o el Panathinaikos, que hoy (18.30) se enfrentan bajo idénticas premisas a las de los equipos catalanes, pero en un ambiente atosigante creado por los 4.000 seguidores griegos que contrastarán con los 300 aficionados españoles.Los protagonistas enmascaran sus certezas y sus recelos. Es un síntoma claro de su inseguridad ante un partido de consecuencias irreparables. Los jugadores del Barcelona abrieron fuego la semana pasada: "Ellos tienen mejor plantilla y son favoritos". Zelko Obradovic, entrenador del Joventut y único que ha ganado el título de cuantos intervendrán en esta final four, replica: "Ganaron la copa y están mejor clasificados que nosotros en la Liga. O nos tienen miedo o es una táctica que les interesa". La pelota pasa de tejado a tejado y todos son capaces de avalar sus tesis con datos. El último partido se remonta al 19 de diciembre de 1993 y entonces el Jovent hizo trizas al Barcelona: 104-80. Pero en los últimos 12 encuentros de Liga se registra un empate a seis victorias y el Joventut pasó menos apuros para estar en Tel Aviv. Lluís Conesa, presidente del Joventut, matiza una diferencia: "Ellos mantienen una línea regular en los últimos meses que contrasta con nuestra irregularidad".
La preparación para el partido abre un nuevo frente en la batalla dialéctica. El Barcelona ha dispuesto de más de una semana entera. El Joventut, entretenido por su igualada eliminatoria liguera con el Natwest, apenas ha dispuesto de tres días para pensar sólo en su derby europeo con el Barcelona. "Estar nueve días sin un partido te puede provocar un excesivo relajamiento", reflexiona Crespo. "Estábamos tan concentrados en eliminar al Natwest, que nos hemos ahorrado problemas de nervios que tal vez ellos sí acusen", rebate Tomás Jofresa.
El Barcelona, más avezado -es su cuarta final four en los últimos seis años-, llegó ayer a Tel Aviv, casi 15 horas después de que lo hiciera la expedición badalonesa. Un intento más por parte del técnico azulgrana, Aito García Reneses, de conferir la mayor apariencia posible de normalidad a un colectivo al que en ocasiones precedentes -ha perdido tres finales y una semifinal- le ha podido la presión. "Es imposible tomarse este partido como uno más, pero hay que intentar no cambiar la rutina", cuenta Epi. Aíto recela: "Gente como Epi es seguro que es capaz de colocarse con la mentalidad correcta. Otros, en cambio, se pueden pasar de vueltas debido a que existen muchos alicientes". Obradovic pide a su equipo la concentración que exhibió ante el Natwest: "Si ante el Barça jugamos como entonces, estaré satisfecho".
Las inseguridades que dejan traslucir ambos colectivos son de diferente signo. El Barcelona teme por el rendimiento de Jiménez, con problemas en el pubis desde hace semanas. "Llevo un mes sin poder entrenarme con normalidad. Espero ayudar al equipo, pero no podré estar a tope " ' El Joventut confía en que a Villacampa no se le numblen las ideas, como le sucedió en dos de los tres partidos disputados ante el Natwest. "Estoy jugando de forma muy irregular. Pero tengo confianza en mí mismo. No se me ha podido olvidar cómo se juega al baloncesto", dice.
Entre los discursos opacos que propagan ambos bandos se cuelan unos pocos criterios concretos. Obradovic cree fundamental la forma en que su veterano pívot, Corny Thompson, sea capaz de resistir "en plenitud física durante 34 minutos" y concede "tanta o más importancia a los tiros libres que a los rebotes o a los balones robados". Aíto reclama de los suyos "un baloncesto agresivo y rápido", y precisa que Epi puede ser decisivo "sí todo el equipo rinde al límite".
El hecho de que las relaciones entre ambos clubes hayan mejorado en los últimos tiempos y de que incluso organizaran ayer una cena conjunta con la prensa no ha sido suficiente para que el director general del Joventut, Francesc Cairó, dejase en entredicho la elección de uno de los árbitros del encuentro. "La FIBA hubiera debido evitar toda suspicacia y no haber designado al croata Radic para dirigir un encuentro en el que actúa un equipo que es entrenado por un serbio como Obradovic". Alemany replicó: "Debemos abandonar el tema de las nacionalidades, y evitar esas suspicacias, pues, sin ir más lejos, el Joventut eliminó al Natwest con un árbitro catalán y el presidente de la FIBA, Stankovic, es serbio como el entrenador del Joventut".
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