La P-2, absuelta de conspiracion contra el Estado
La logia Propaganda 2 (P-2), la masonería clandestina a la que perteneció Silvio Berlusconi junto a otros ilustres empresarios, periodistas, magistrados y agentes de los servicios secretos italianos, fue "un simple club de negocios", según sostienen los abogados de su fundador, Licio Gelli, y no un instrumento para cambiar por métodos anticonstitucionales el Estado italiano.
Así lo han decidido los jueces de la Audiencia Provincial de Roma, al emitir, ayer, la primera sentencia sobre el escabroso caso que explotó en 1981. La sentencia absuelve, en efecto, a 12 procesados por el delito de conspiración contra el Estado, mientras condena a penas de cárcel de 17 y 14 años, respectivamente, a Gelli y al general Gianadelio Maletti, ex jefe de los servicios secretos italianos, por delitos menores como corrupción y difusión de secretos de Estado.
Giovanni Spadolini consideró este veredicto "iluminador de la situación del país". El líder de la izquierda, Achille Occhetto, declaró: "Me siento estupefacto". Occhetto recordó que la comisión del Parlamento, que disolvió la P-2 en 1982, estableció con abundantes pruebas documentales que la logia había conspirado contra el Estado. El derechista Gustavo Selva, de Alianza Nacional, dijo que la sentencia ponía fin a "13 años de demonizaciones políticas generalizadas".
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