Cuevas llama al orden a los empresarios y les advierte ahora contra la 'cultura del pelotazo'
El reelegido presidente de la patronal, José María Cuevas, cambié ayer el destino de sus cargas de profundidad. Las tradicionales críticas contra la política del Gobierno fueron sustituidas por un fuerte varapalo alos empresarios de la "cultura del pelotazo". Los que no se libraron de la iras del patrón de patronos fueron los sindicatos, a los que acusó de poner España "al borde del precipicio". Cuevas fue reelegido con 56 votos en blanco de un total de 284, loque supone el peor resultado de sus cuatro mandatos. Además el presidente de la patronal se lamentó de que los recientes ajustes de los costes laborales se hayan realizado mediante recortes de plantilla y no de salarios.
La asamblea electoral de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) dio ayer un pequeño disgusto a su presidente. De los 680 empresarios con derecho a voto, tan sólo acudieron a al cita de las urnas 341. Y de estos 341, 284 votaron a favor de la única candidatura que se presentaba, mientras que 56 decidieron introducir una papeleta en blanco. El voto restante fue nulo. Aunque la oposición parezca mínima, tiene su importancia si se observa que es el peor resultado obtenido por Cuevas en las cuatro ocasiones en que ha pasado por las urnas.Tal vez barruntando esta sorpresa, Cuevas se descolgó con un discurso diferente en el qué intentó presentar una nueva CEOE, absolutamente separada de "la cultura del pelotazo" y "del profundo individualismo, que produjo la conversión en estrellas populares de algunos empresarios".
Después de múltiples alusiones al "final de la fiebre del oro", a la "pasajera espuma de la ola de prosperidad", o a "políticos que. confraternizaban con las estrellas de la empresa española y nos los mostraban como ejemplo", Cuevas extrajo la siguiente conclusión: "No debemos apartarnos jamás, por fuertes que sean las presiones, del modelo de empresa que crea realmente riqueza y trabajo, por muy impopular e incomprendido que pueda ser en un momento dado".
Otra CEOE
Seguidamente, ofreció las bases de lo que debe ser la nueva CEOE. "Debemos apostar por un modelo innovador y de recuperación de los valores morales, sociales y económicos esenciales que se han perdido o debilitado en el disparatado ciclo que ahora se cierra". Y detalló que esta remozada patronal prestará especial atención "a temas tan importantes como la información, la transparencia, la formación, el desarrollo tecnológico, la promoción exterior de las empresas, la reinversión de los beneficios y el desarrollo científico".
Cuevas estuvo inusualmente suave cuando tocó el turno de criticar la última política económica del Gobierno. Apoyó la reforma laboral, se congratuló porque no hayan subido más los impuestos y porque hayan descendido los tipos de interés. Sus mayores preocupaciones siguen siendo el elevadísimo déficit público y el fuerte deterioro de las cuentas de la Seguridad Social. En cuanto a las pensiones, Cuevas insistió en la urgente necesidad de modificarlas, dando carta de naturaleza a las soluciones alternativas, que pasan por una mayor participación del sector privado.
Las centrales sindicales sí estuvieron en el punto de mira del presidente de la patronal. En su opinión, "nos han colocado al borde del precipicio". Les culpó del excesivo coste económico y social del ajuste laboral.
"Los empresarios, y esto hay que decirlo por mucho que nos duela, hemos tirado piedras contra nuestro propio tejado cuando hemos ajustado nuestro coste laboral por la vía de reducir plantilla [más cara para las empresas por los desembolsos que corilleva] y no por la vía de congelar o reducir los crecimientos salariales", explicó. Aunque inmediatamente matizó: "Ya sé, por supuesto, que muchas veces es imposible resistir a los procesos de conflictividad impulsados por los sindicatos, que nunca han tomado conciencia de la gravedad de la crisis y que nos han venido crecidos por todas las concesiones gubernamentales que han recibido desde el 14 de diciembre de 1988".
Cuevas también presentó su fórmula contra la crisis. Una fórmula que se basa en las tesis de la patronal europea, UNICE, y que consta de seis consejos: flexibilizar el mercado de trabajo, mejorar la formación profesional, aumentar la eficacia. de la tecnología, incrementar la competitividad de las empresas, reducir el papel del Estado en la economía, y asegurar la persistencia de unas políticas macroeconómicas que permitan progresar hacia la unión económica.
La asamblea electoral de CEOE no sólo aprobó la reelección de José María Cuevas como presidente. Ademas, cambió a 42 de los 90 componentes de la junta directiva. Posteriormente, esta junta designó a un comité ejecutivo que contará con 11 caras nuevas entre sus 27 miembros. Por último, y a propuesta de Cuevas, la CEOE amplió su número de vicepresidencias de cuatro a seis. Manuel Otero Luna y Enrique Aldama se incorporan al grupo formado por Arturo Gil, Fernádo Fernández Tapias, Alfredo Molinas y Carlos Pérez de Bricio. Juan Jiménez Aguilar continuará como secretario general de la organización.
El dominó debe esperar
José María Cuevas Salvador, de 58 años, se ha convertido, casi sin quererlo, en el dirigente con. más experiencia de los que quedan al frente de las organizaciones sociales. Hace poco menos de un año, Cuevas insistía en que con diez años al frente de la CEOE -dos mandatos de tres y uno de cuatro- ya tenía bastante. Nicolás Redondo, por su parte, aún deshojaba la margarita de la sucesión. El veterano líder sindical dijo adiós el domingo y este empresario, procedente del sindicato vertical y que nunca ha tenido empresa, ha decidido seguir siendo el patrón de patronos durante cuatro años más.¿Por qué continúa Cuevas? Él asegura que aún es joven para jubilarse. En círculos empresariales, sin embargo, se manejan otras explicaciones. Una de ellas es que su deffin, Arturo Gil, no ha encontrado suficientes apoyos, especialmente financieros. Otra, es que Cuevas no ha encontrado el lugar ideal para continuar trabajando.
Sea cual sea la explicación, lo que está claro es que Cuevas se ha convertido ya en una pieza indispensable para escribir la historia económica y social de la España democrática. Desde que en 1984 sustituyera a Carlos Ferer Salat -primer presidente de CEOE-, ha debatido calurosamente con González, Fraga, Aznar, Solchaga, Solbes, no Camacho, Redondo o Gutiérrez. Además, ha firmado importantes acuerdos económicos -AMI, ANI, Al, AES-, ha visto pasar tres huelgas generales y ha soportado innumerables paros sectoriales.
En los cuatro próximos años, nuevos interlocutores pasarán por su despacho a la espera de que alguno de sus delfines de el salto definitivo. Mientras, su esposa y sus cuatro hijos siguen esperando el momento en que este castellano viejo (de Palencia) pueda jugar al dominó con sus incondicionales de Riaza (Segovia).
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