Los paros parciales en las cercanías de Renfe atascan las carreteras

La huelga intermitente convocada por el comité de empresa de Renfe paró ayer los trenes de Parla y Fuenlabrada, afectó un poco al resto de las líneas y atascó los accesos a la capital. Unos 35.000 usuarios, de los 260.000 que utilizan a diario el tren, sufrieron la huelga, según la compañía. Los piquetes se concentraron en la estación de Villaverde Alto, donde confluyen dos líneas del sur, y paralizaron el paso de trenes durante hora y media.

Muchos usuarios se echaron a la carretera por temor a la huelga, por lo que la hora punta se prolongó hasta las once de la mañana, una hora más de lo habitual en un lunes. La peor parte se la llevó la carretera de Toledo, que coincide con el trayecto de las líneas de Parla y Fuenlabrada, paralizadas por un piquete. Los trabajadores en huelga se echaron a las vías sobre las 6.45 y no se retiraron hasta las 8.15.Según la Dirección General de Tráfico, las retenciones en esta vía se extendieron hasta el kilómetro 14. La carretera de San Martín de Valdeiglesias (M-501) tuvo nueve kilómetros de atasco, y la de Extremadura sufrió problemas desde Alcorcón.

Los que no tuvieron más remedio que coger el tren debieron esperar más de la cuenta en los andenes y soportar mayores apreturas. En los vagones de los trenes que circulaban a las ocho de la mañana en dirección a Cantoblanco procedentes de Vicálvaro no cabía ni un estudiante más, informa Paz Álvarez. En el andén de Nuevos Ministerios, los alumnos de la Universidad Autónoma que utilizan el tren a diario (unos 20.000 de los 32.000 matriculados) no disimulaban su enfado. Habían tenido que madrugar y el tren no pasaba a su hora. Los servicios mínimos impuestos por la dirección de Renfe se cumplieron en todas las demás líneas, en las que circularon tres de cada cuatro trenes. Estos servicios mínimos, situados entre el 50% y el 75% del servicio, son considerados abusivos por los sindicatos convocantes del paro, CC OO y CGT, que han decidido impugnarlos.

Los trenes expresos de largo recorrido que debían haber partido la noche del domingo fueron cancelados por la dirección de la compañía. Los sindicatos critican esta decisión, porque "intenta hacer ver al ciudadano que el ferrocarril no es necesario", explicó un portavoz de CC OO. La mayor parte de los expresos que deben partir esta noche tampoco circularán, porque, según Renfe, no se puede garantizar la hora de llegada.

Los trenes regionales cuyo horario coincide con el de los paros también fueron suprimidos. Los paros se repetirán mañana entre las 6.30 y las 8.30 y de 18.30 a 20.30. La huelga continuará todos los lunes, miércoles y viernes de abril.

La convocatoria de huelga es para exigir el cumplimiento de los convenios anteriores. Además, piden a la presidenta de Renfe, Mercé Sala, que aclare los planes de segregación de los servicios que presta la compañía.