El BID advierte que el crecimiento de América Latina exige cierta redistribución económica

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reunido en asamblea anual en Guadalajara (México), advirtió en su balance correspondiente a 1993 que América Latina no podrá sostener en los próximos años el crecimiento y la modernización económica experimentada hasta ahora si no se rectifican los resultados de esta política logrando un mejor y equitativo reparto de los beneficios para rebajar la acuciante pobreza que sufre la región.

"Los índices de pobreza continúan siendo adversos y la distribución del ingreso es altamente dispareja", alerta el BID, lo que obliga a hacer un replanteamiento de la situación. "América Latina tiene que volver su atención a las cuestiones sociales", dijo el presidente de este organismo, el argentino Enrique Iglesias, al revelar que para el próximo año tiene previsto aumentar de 60.000 a 100.000 millones de dólares el capital del BID, con objeto de dedicar la mitad de estos recursos a atajar las grandes necesidades sociales de la región. Al margen de esta advertencia, que provocó gran sensibilidad por ser revelada en México, un país con más de 40 millones de pobres y que sufre graves convulsiones sociales y políticas desde el pasado 1 de enero, el balance del BID fue muy positivo porque por tercer año consecutivo el PIB de América Latina creció en un 3,3%, frente a un 2,9% en 1992 y un 3,7% en 1991 y tras una década de estancamiento.

"En la mayoría de los países", se reveló en Guadalajara, "este fortalecimiento de la actividad económica estuvo acompañado por reducciones adicionales en el índice de inflación en un ambiente de realzada actividad económica". Además, "nuevos y apreciables ingresos de capitales foráneos fueron testimonio de la creciente confianza de la comunidad internacional en las perspectivas de persistente expansión económica y estabilidad de precios".

En opinión del BID, en 1993 un total de 12 países de la región crecieron a un ritmo del 3% al 5%, mientras que otros ocho lo hicieron de 0% a 3%. Países como Argentina, Belice, Uruguay y Costa Rica, que experimentaron un crecimiento muy elevado en 19921 bajaron a otro más sostenible en 1993.

Siguiendo con el informe del BID revelado en Guadalajara, de los siete grandes países que representan el 95% de la actividad económica regional, sólo México y Venezuela tuvieron tasas de crecimiento al 2%. Por otra parte, 20 de los 26 países que integran este organismo consiguieron mantener o reducir la inflación, como México, que pasó del 15,5% de 1992 a 9,5% de 1993 o Argentina, que cayó del 23% al 11%.