Las grietas en los tubos en uso del reactor de Zorita tienen profundidades de hasta el 50%
Los técnicos han analizado a fondo sólo tres de las 17 penetraciones con barras de control
La dirección de la central nuclear de Zorita (Guadalajara) ha confirmado que la inspección de las penetraciones en uso de la tapa de la vasija del reactor ha encontrado grietas con profundidades de hasta el 50% del espesor del tubo. Juan Vicente Llinares, director de la planta, informó que en los tres tubos inspeccionados por ultrasonidos se ha encontrado una media de tres grietas axiales por tubo, con profundidades variables de entre el 25% y el 50% del espesor del tubo. Una de ellas tiene una profundidad de 7,5 milímetros (el espesor del tubo es de 16).
Se ha hallado también al menos una grieta circunferencial -la más grave- de cuatro milímetros de profundidad. Los otros 17 tubos operativos han sido analizados por corriente inducida. La diferencia entre esta técnica y la de ultrasonidos es que sólo por esta última puede saberse la profundidad de las grietas. Las corrientes inducidas detectan si hay defectos y cuál es la longitud. Por este método se vio que había indicaciones -fallos- en 10 tubos. De ésos, sólo se han analizado a fondo tres. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aún no se ha pronunciado sobre si es suficiente la inspección hecha por los técnicos de a central. Greenpeace ha criticado que Unión Fenosa, empresa propietaria de la central, ocultara esta información en la nota informativa distribuida el pasado martes y en la que se limitaba a señalar que habían concluido las inspecciones por ultrasonidos. El director de Zorita dijo que se han confirmado las impresiones iniciales sobre "una reparación segura sin necesidad de cambiar la tapa de la vasija".
Costes del arreglo
Fuentes de Unión Fenosa informaron a Servimedia que la reparación de la tapa del reactor costaría unos 800 millones de pesetas, mientras que su cierre acarrearía un sobrecoste en la factura eléctrica nacional de unos 4.400 millones de pesetas. La dirección de la central pretende que el informe sobre las técnicas de reparación quede terminado la última semana de abril y sea remitido entonces al CSN. De acuerdo con las previsiones del equipo técnico de Zorita, la reparación de los tubos podría estar concluida a principios del verano.
Sin embargo, el CSN, responsable de la decisión sobre las medidas a adoptar para resolver los defectos de la central de Zorita, no da por concluidas las inspecciones ni ha marcado ningún calendario.
La solución que propondrá la central para los tubos en uso es mecanizar (pulir) las erosiones detectadas y, en los casos necesarios, recubrir la grieta mediante soldadura. Los tubos de reserva, en los que aparecieron 171 grietas, serían taponados e inutilizados. La central tiene 17 tubos de reserva y 20 en uso, de los que 17 contienen barras de control del reactor.
Greenpeace critica la técnica de la mecanización, ya que "disminuye el espesor del tubo" y con ello su resistencia. Sobre las soldaduras, afirma que aumentarían las tensiones residuales provocando "comportamientos impredecibles del material". Llinares replica que esta solución "se ha experimentado ya internacionalmente al menos en siete u ocho centrales".
Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron el jueves por unanimidad una proposición no de ley que insta al CSN a que mantenga la parada de Zorita hasta que se quede garantizada su seguridad. La propuesta inicial de Izquierda Unida era pedir el cierre definitivo de la central; pero el texto ha salido finalmente muy suavizado. Zorita aporta, según Unión Fenosa, una quinta parte de la electricidad consumida en Castilla-La Mancha.
Por otro lado, la organización ecologista Aedenat pidió ayer al CSN que se revisen también las 20 penetraciones que están en la parte inferior de la vasija, semejantes a las de la tapa.
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