_
_
_
_

Gobierno y oposición alemanes, partidarios de devolver a Turquía a los activistas kurdos

El canciller federal alemán, el democristlano Helmut Kohl, y el presidente del principal partido de oposición, el socialdemócrata Rudolf Scharping, coinciden en la necesidad de expulsar de Alemania a los kurdos que cometan actos violentos. Los dos políticos opinan que, si se les expulsa a Turquía, se debe garantizar que no sean torturados o condenados a muerte.

Al mismo tiempo el Gobierno federal alemán ha suspendido el suministro de armas a Turquía, por la sospecha de que se han empleado en el conflicto interno para reprimir a los kurdos, a pesar de los desmentidos del Gobierno de Ankara.

Los recientes incidentes violentos en Alemania, con participación de kurdos militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), han indignado al ciudadano medio. Los políticos más destacados, en un año electoral, no han dudado en pronunciarse a favor de la expulsión de los activistas de este grupo comunista, prohibido en Alemania, que no vacilan en covertirse en antorchas humanas o enfrentarse con violencia a la policía para expresar su protesta.

En una entrevista para la televisión, Kohl asegura: "No tenemos nada contra nuestros amigos turcos que trabajan entre nosotros", pero dice no estar dispuesto a soportar que conviertan Alemania en escenario de sus luchas internas. Según Kohl, entre los 300.000 kurdos residentes en Alemania hay unos 4.000 violentos, contra los habrá que aplicar "todo el peso de la ley". "Soy partidario de expulsarlos", dice Kohl, incluso a Turquía, siempre que quede garantizado que se les protegerá de la tortura y no serán condenados a muerte.

Proceder con firmeza

No se queda atrás el socialdemócrata Scharping al tratar el problema kurdo. En una entrevista concedida al Leipziger Volkszeitung, el principal aspirante a suceder a Kohl en la cancillería manifiesta: "El PKK es una organización terrorista y no se justifica que los enfrentamientos en Turquía se desarrollen en territorio alemán. Hay que proceder de forma consecuente y dura". Scharping estaría dispuesto a expulsar a Turquía a cualquier kurdo que "actúe con violencia, amenace a otras personas o incumpla las leyes". Deberán atenderse, eso sí, las condiciones de la Convención de Ginebra sobre refugiados y, si corre peligro en Turquía de ser torturado o condenado a muerte, "irá aquí a la cárcel".

Noticias llegadas de Turquía daban cuenta ayer de la muerte de 34 kurdos y seis soldados turcos desde el martes en diversos enfrentamientos producidos en el sureste del país, territorio que el PKK quiere desgajar del Estado turco.

En la provincia de Diyarbakir, activistas del PKK incendiaron en la noche del jueves al viernes 18 viviendas después de concentrar a los residentes del pueblo de Tur en una mezquita donde se les instó al alzamiento, según informa la policía.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_