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Antena 3 ofrece imágenes inéditas sobre los servicios de espionaje españoles

Guillermo Altares

Los secretos de Estado son, por definición, secretos. Los espías son los principales proveedores de este tipo de informaciones. El mundo que les rodea está guardado bajo siete llaves de silencio, lejos de la prensa. El equipo de investiga ción de Antena 3 ha realizado un documental sobre los servicios de espionaje españoles, el Cesid, titulado Espías en la sombra, en el que por primera vez se han grabado imágenes dentro de la sede de este organismo. El espacio se emite hoy a las 23.30 horas.

El documental, dirigido por Carlos Estévez, responsable del equipo de investigación de Antena 3, muestra declaraciones de directivos y agentes del Cesid (Centro Superior de Información de la Defensa) a los que nunca se les ve el rostro. Miguel Ruiz Martínez, El Lobo, que estuvo infiltrado en ETA y está implicado en la red de escuchas ilegales, habla en público por primera vez, con el rostro cubierto por un pasamontañas y gafas de sol. Las precauciones no son excesivas: está condenado a muerte por ETA, ya que sus informaciones permitieron la detención de 40 activistas de la banda armada. Miguel Ruiz, infiltrado en ETA bajo el nombre de Mikel Lejarza, no reconoce, ni niega, ser El Lobo. El Cesid ha proporcionado imágenes inéditas: la detención de un espía del KGB en Madrid, un directivo de Aeroflot en España que pretendía conseguir información militar; el desmantelamiento de los micrófonos escondidos en una embajada española y un vídeo grabado por un agente durante la caída de Ceausescu en Rumania. Ninguno de los tres son asuntos que permanezcan en candelero. Las imágenes más interesantes son las que las cámaras del programa han conseguido grabar en el interior de la inexpugnable sede de La Casa -nombre con el que se conoce al Cesid-, situada en el kilómetro ocho de la carretera de La Coruña, en Madrid.

Largas negociaciones

"Tardamos dos años en convencerles de que nos dejasen entrar, las negociaciones fueron muy largas", asegura Carlos Estévez. "Poco a poco se fueron abriendo las puertas y limando los recelos. Dentro del edificio, hubo sitios en los que taparon algunos aparatos con sábanas y otros se los llevaron, porque están convencidos de que este programa lo va a ver el resto de los servicios secretos". Espías en la sombra muestra detalladamente la obsesión por la seguridad de La Casa: la forma de destruir los papeles, de cerrar con llave todos los cajones, los circuitos cerrados de televisión. En sus pasillos nadie habla. Nadie sabe lo que ocurre en los despachos contiguos. Uno de los lugares a los que consiguieron acceder las cámaras fue el Gabinete de Crisis, desde donde se hace un minucioso seguimiento de la crisis en la antigua Yugoslavia. El Cesid tiene agentes infiltrados en los tres bandos de la guerra: serbios, bosnios y croatas. Uno de los responsables del Cesid entrevistado aseguró que esta agencia se dedica fundamentalmente a los temas exteriores, más que a los interiores, asuntos que sólo tratan cuando están relacionados con el terrorismo o el narcotráfico. En este sentido, se emite una entrevista con un general responsable de la lucha contra el terrorismo que narra cómo, gracias a un micrófono colocado en una pala con la que los activistas estaban cavando un zulo, se consiguió detener al comando Madrid en 1986.

La principal función del Cesid es procesar y analizar información, que consigue a través de medios técnicos o de agentes, y, según Estévez, a diferencia de otros servicios secretos, como la CIA estadounidense o el Mosad israelí, no realiza operaciones.

El reportaje está realizado por el mismo equipo que hizo el documental sobre el golpe de Estado del 23 de febrero. Los responsables de la cadena aseguran que este tipo de espacios informativos especiales tendrán continuidad.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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