Comunicación España-Europa

Ante la perspectiva anunciada para este año de una gran afluencia de turistas, que ya se ha manifestado en Baleares y Canarias, queremos manifestar nuestra inquietud y preocupación por la situación que atraviesan nuestras comunicaciones en España y Europa.Aclarando que en Málaga todavía seguimos sin estar enlazados por autopista o autovía con el resto de la Península, y por tanto con Europa, en lugar de suplirse esta grave deficiencia con buenas comunicaciones aéreas nos encontramos con la situación:

Con Madrid se han reducido los vuelos entre un 45% y un 50% en invierno y en verano, suprimiendo el último vuelo que recogía los enlaces del día y dejando sin vuelos entre las 12.00 y las 18.00.

Con Barcelona, un 60%, suplidos parcialmente con vuelos de Alitalia.

Con Europa se han suprimido todos los enlaces desde Málaga, sustituyéndolos con vuelos reducidos Viva Air, segunda marca de Iberia de poco prestigio, mientras todas las compañías importantes extranjeras los han mantenido.

Si a esta situación técnica sumamos la situación económica, donde cualquier vuelo nacional en Iberia es más caro que cualquier vuelo a Europa en otras compañías, completa el triste cuadro en el que está incluida nuestra costa.

Los turistas tendrán serias dificultades y alto coste en llegar a ella por los cuellos de botella que se formarán en los enlaces en Madrid y Barcelona. Lo que tendrá un serio efecto disuasorio en la afluencia turística.

Es necesario, por tanto, avanzar en la liberalización del mercado; si Iberia no puede atenderlo, que lo cubra quien pueda y sea capaz, y sin que Iberia trate de hacer dumping con el dinero de todos los españoles para evitarse rivales incómodos.

En cuanto aparece la más leve competencia por parte de una compañía privada, en este caso Air Europa, presidida por un empresario que con su tenacidad y asumiendo un gran riesgo logra introducirse en una línea regular Barcelona-Madrid, siendo el precio del pasaje un 50% más económico que el de la compañía pública Iberia, a los dos días dicha compañía pública no sólo pone el pasaje al mismo precio, sino que lo baja un 20%, a pesar de sus 35.000 millones de pérdidas.

Esta decisión nos demuestra dos cosas: a) Que Iberia abusaba de los precios al ser monopolio en los vuelos nacionales. b) Al bajar los precios lo hace con la subvención de todos los españoles, con tal de quitarle toda posibilidad de rentabilidad a una empresa privada.

Iberia nunca ha considerado turísticamente interesantes las conexiones entre Málaga y Centroeuropa a precios asequibles, siempre ha tratado de obligar a una escala en Madrid o Barcelona para que así les resultara más rentable.

Tenemos que aclarar que las tarifas mini que se han aplicado últimamente son de tan difícil utilización por sus condicionantes que no son de utilidad práctica.

Estamos esperando la liberalización aérea como agua de mayo, ya que el desarrollo de cada zona depende en gran medida del transporte aéreo, y no puede venir Iberia para boicotear e intentar hundir la economía de la Costa del Sol.

No se puede seguir con la incertidumbre de la competencia desleal. Las armas a esgrimir deben ser las mismas para todos, y si no, no dar falsas esperanzas a las empresas privadas o a los inversores, ya que la inseguridad que se origina con ello no favorece en absoluto al desarrollo económico de España para poder seguir el ritmo que imponen sus hermanos europeos.-