Un vecino halla un cadáver sin ojos y con 70 puñaladas

José G., de 59 años, dueño del can que halló el cadáver, permaneció todo el día de ayer impresionado y presa del nerviosismo. Aficionado a dar largos paseos por el campo, a diario atraviesa el descampado donde se produjo el macabro hallazgo. Es un terreno baldío, propiedad del Canal de Isabel II.

El cuerpo estaba en una hondonada junto a la valla de los Frontones de la colonia Banesto. Es un atajo que los habitantes del Pinar del Rey, donde José vive, utilizan para acercarse a la avenida de San Luis.

"Yo veía que Felipe, un perro siempre tan obediente, se había ido hacia una zanja sin hacerme ni caso cuando le llamaba, y pensé que habría encontrado algún bicho muerto", relata. "Me acerqué y vi que estaba mirando fijamente al cadáver, si no es por él nunca lo hubiera encontrado, porque no había rastros de sangre y estaba metido en una hondonada".

"Era un chico joven, moreno, más bien fuerte y con pelo cortito", añade. "Sea quien sea, lo que han hecho con él es una aberración". A este hombre, dotado de un fino sentido del humor, el suceso sólo le ha traído pensamientos negros. Le da vueltas a la idea de cómo se pueden sentir los padres de la víctima cuando se enteren. "Les avisarán y tendrán que ver en qué estado ha quedado su hijo", reflexiona.

Nada más encontrar el cadáver regresó a la cercana colonia de pisos donde vive. Allí comentó a otro vecino lo que había visto y éste fue quien avisó a la policía, que llegó poco después. Los agentes hallaron los dos globos oculares del fallecido a varios metros de donde fue descubierto.

El cuerpo permanece en el Instituto Anatómico Forense, donde hoy le practicarán la autopsia. El Grupo de Homicidios investiga este caso, que, por el enorme ensañamiento y la forma en que se encontraba el cadáver, hace pensar en un móvil sexual.