Austria, Finlancia, Suecia y Noruega cierran por fin la negociación de ingreso en la Unión Europea
Las negociaciones de adhesión a la Unión Europea de Austria, Finlandia, Suecia y Noruega, iniciadas entre enero y marzo de 1993, terminaron ayer en un acto formal en el que los Dieciséis dieron su conformidad a los cuatro tratados. Todos rubricaron el compromiso de loanina,, en el que se reconoce el derecho a retrasar una decisión cuando lo pidan un grupo de países que reúnan 23 votos de los 90 del Consejo. Los Doce acordaron que esta resolución se publique en el Boletín Oficial de las Comunidades Europeas, dando la razón al primer ministro británico, John Major, quien dijo en los Comunes que el compromiso es jurídicamente vinculante.La última sesión de las negociaciones de adhesión estuvo deslucida por el clima vacacional y por el nivel de la representación decidido por los Estados. No hubo ministros ni secretarios de Estado y no hubo tampoco la obligada copa de espumoso que requieren estas situaciones. Todo se resolvió de la forma más expeditiva, con la sola presencia de los embajadores permanentes.
La propia Comisión estuvo representada por su secretario general, David Williamson, un alto funcionario británico que no opuso ninguna resistencia a las exigencias de esta conferencia de ampliación.
La Comisión preparó una declaración para satisfacer a los países pequeños reticentes con el compromiso de Ioanina y al Parlamento Europeo, que debe ratificar los tratados de adhesión.
Los Doce acordaron que el punto del compromiso de Ioanina sobre el sistema de votación sea publicado en el Boletín Oficial y se convierta así en justiciable ante el Tribunal Europeo de Luxemburgo. La inclusión de este compromiso en los tratados, rubricada en el acto de ayer, ha sido mal recibida por el Parlamento Europeo, que debe discutir y aprobar los tratados por una mayoría superior a los 260 votos en su sesión del 2 al 6 de mayo.
Las negociaciones de adhesión han durado 16 meses para Austria, Finlandia y Suecia y 11 para Noruega. Desde un punto de vista formal, las conversaciones no empezaron hasta el 1 de noviembre pasado, día en que entró en vigor el Tratado de Maastricht. El Consejo Europeo de Edimburgo de diciembre de 1993 condicionó el carácter formal de las conversaciones a la ratificación de Maastricht, ante el temor expresado por varios países -España entre otros- a que se diera paso a la ampliación sin que el Tratado de la Unión estuviera en vigor.
Las conversaciones terminan también con retraso respecto al calendario marcado por los Doce, que en un principio habían previsto culminarlas el 1 de enero y luego habían trasladado la fecha al 1 de marzo.
Esta última fecha, considerada como muy ajustada para llegar a la sesión de mayo del Europarlamento, ha sido superada en 30 días.
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