Miles de personas se manifiestan en las calles de Argel contra la violencia

"No al diálogo con los asesinos". Éste fue uno de los gritos coreados por las decenas de miles de manifestantes que desfilaron ayer por el centro de Argel, en respuesta a una convocatoria efectuada por los movimientos feministas contra el integrismo, el terrorismo y a favor de la paz. La marcha coincidió con una huelga general decretada por la Unión General de Trabajadores Argelinos (UGTA) y la Unión Nacional de Empresarios Públicos (UNEP), que paralizó la capital y numerosas ciudades del interior.

La manifestación se inició a las doce del mediodía, ante la sede e la Escuela Nacional de Beas Artes, donde el pasado 5 de marzo fue asesinado el director y su hijo, en un acto no reivindicado, pero atribuido por igual a los integristas y a los escuadrones de la muerte, ufemísticamente bautizados en la capital argelina con el nombre de mafia político-financiera. Finalizó tres horas después ante el Observatorio de los Derechos Humanos, donde se hizo entrega a su presidente, el abogado Kamel Rezag Bara, de una carta que reclama el fin inmediato del terrorismo.La marcha transcurrió pacíficamente, en una ciudad paralizada como consecuencia de a huelga convocada por el sindicato único UGTA, considerado como una de las organizaciones más poderosas del país y que cuenta con más de un millón de adherentes. Esta central, junto con la UNEP, fue la que en enero de 1992 reclamó la actuación del Ejército, la paralización del proceso electoral y una lucha más firme contra los islamitas, llamadas que desembocaron días más tarde en la deposición del ex presidente Chadli Benjedid.

La convocatoria de la central obrera fue seguida por todos los sectores de la Administración y las empresas públicas y privadas. También afectó al transporte y casi paralizó el aeropuerto. Los únicos que no secundaron la huelga fueron los pequeños comercios, aunque algunos de ellos acabaron bajando sus persianas antes del horario normal.

Según los observadores, imparciales, en la manifestación participaron cerca de 20.000 personas, mientras que las emisoras de radio local aseguraban anoche que el número superó las 100.000.

Proceso de diálogo

Estas movilizaciones coinciden con el anuncio del presidente de la República, general Liamin Zerual, de restablecer el proceso de diálogo iniciado antes del Ramadán con el aparato político del Frente Islámico de Salvación (FIS) y algunos partidos de la oposición. En esta ocasión, Zerual ha asumido personalmente la responsabilidad de los contactos, para lo que mantiene a su lado a los principales protagonistas de la Plataforma para el Diálogo, convertidos desde hace poco más de un mes en sus propios asesores personales.

Pero el anuncio de diálogo a provocado un nuevo brote de violencia, que culminó el lunes con el ataque al semanario Hebdo Libéré, en pleno centro de la ciudad, muy cerca de las sedes de las principales agencias de prensa internacional y de EL PAÍS. En el transcurso de este ataque murieron un fotógrafo y un conductor de la publicación, y resultaron heridos otros tres empleados. El ataque contra este semanario, considerado como el portavoz del sector más antiintegrista, ha incrementado la crispación política y ha provocado que la prensa local preguntara ayer, unánimemente y en primera página, qué proyecto de sociedad prepara el poder para Argelia o si el diálogo se efectuará también con los integristas o as fuerzas vivas.

Los observadores coinciden en que difícilmente en estas circunstancias, podrá desarrollarse y culminar con éxito el proceso de diálogo.