El portavoz de Defensa del PP corrige a Gallardón por defender el fin de la 'mili'

El portavoz del Grupo Popular en el Senado, Alberto Ruiz-Gallardón, y el portavoz de la Comisión de Defensa del PP, Santiago López Valdivielso, discreparon ayer sobre la profesionalización de las Fuerzas Armadas y la abolición del servicio militar. "Pretendemos llegar a un Ejército profesional y, aunque hoy por hoy no es posible, debemos trabajar ya con ese objetivo", declaró Ruiz-Gallardón. "El PP sigue defendiendo el modelo mixto", corrigió López Valdivielso.

Ruiz-Gallardón aseguró que el modelo vigente, que pretende combinar a partes iguales la tropa profesional y la de reemplazo, como acordaron PSOE y PP en 1991, "ha fracasado" y está "muy cerca del colapso". Ello se debe, en su opinión, a la "extraordinaria torpeza del Gobierno", que ha llevado al espectacular aumento de los objetores y al descrédito de la mili, "poco atractiva" para los jóvenes."Si el Gobierno hubiese actuado con más inteligencia y diligencia podríamos no haber llegado a esta situación", agregó para justificar el cambio de posición del PP, que dejaría al PSOE como único defensor del servicio militar obligatorio.

En consecuencia, propuso reabrir el debate sobre el futuro de las Fuerzas Armadas y adelantó que su partido abogará por un modelo exclusivamente profesional, "más caro" que el actual, pero "no muy costoso".

Sin embargo, no quiso precisar cuánto duraría el periodo de transición desde el modelo vigente hasta el Ejército profesional, alegando que dependerá de las disponibilidades presupuestarias y de los compromisos con la OTAN o la Unión Europea.

Objeción e insumisión

Ruiz-Gallardón compareció en rueda de prensa, acompañado por el portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Defensa del Senado, Roberto Solavilla, y por el presidente de Nuevas Generaciones del PP, Pedro Calvo, para presentar una moción de su grupo que propone estudiar "en profundidad los graves problemas que afectan al modelo actual de servicio militar y prestación sustitutoria" de los objetores.El estudio, según la propuesta del PP, debería realizarlo una subcomisión de la Comisión de Defensa del Senado, con el encargo de establecer "los principios rectores de un nuevo modelo alternativo que dé soluciones a tales problemas". En la nota de prensa distribuida por el PP no se hacía ninguna referencia al futuro del Ejército, pero tanto Ruiz-Gallardón como Solavilla y Calvo se manifestaron, a preguntas de los periodistas, partidarios de su total profesionalización a medio plazo.

El líder de las juventudes populares calificó de "debate penoso" el protagonizado recientemente por los Ministerios de Defensa y Justicia sobre la reforma de la prestación sustitutoria, y de "ejercicio de cinismo político" las críticas a los jóvenes que objetan a la mili por comodidad y no por escrúpulos de conciencia.

Ruiz-Gallardón aseguró que el plan del Gobierno sobre objeción de conciencia sólo "pone un parche a un barco que hace aguas". A título personal, opinó que la insumisión debe seguir tipificada como delito en el nuevo Cógigo Penal, pero no castigada con penas de cárcel, salvo en tiempo de guerra.

Las declaraciones de Ruiz-Gallardón en favor de la abolición de la mili fueron desautorizadas pocas horas después por el portavoz del PP en Asuntos de Defensa, Santiago López Valdivielso, quien manifestó que "en ningún momento nos hemos planteado la ruptura del consenso en relación al modelo de Fuerzas Armadas alcanzado en el Congreso en junio de 1991 ".

López Valdivielso agregó: "Somos partidarios de la progresiva profesionalización y consideramos el 50% como un objetivo adecuado. Este planteamiento fue aprobado en el último congreso del partido y así figura en el programa electoral. Se trata, por tanto, de la posición oficial del Partido Popular".