Los conflictos regionales amenazan la paz firmada
González apuesta por diluir el guerrismo en una comisión ejecutiva mayoritariamente renovadora
La principal preocupación de los dirigentes renovadores y guerristas tras la firma de un armisticio en el 33º Congreso del PSOE es trasladarlo a las regiones. Los congresos regionales, que se celebrarán en las próximas semanas y que acarrearán la renovación de sus dirigentes, amenazan la paz firmada este fin de semana, especialmente en Andalucía y Madrid. Una muestra de la pasión que desatan estos congresos la ofreció la férrea oposición que encontró la iniciativa de Felipe González de aplazarlos hasta después de las elecciones europeas y andaluzas. Ésta será la primera prueba a que se someterá la operación de integración del guerrismo, diseñada por Felipe González. La segunda es la del funcionamiento del nuevo secretariado de la comisión ejecutiva.
El secretario general del PSOE hizo casi un ruego en la clausura del congreso: "No podemos ser contradictorios". Según González, no hay motivo para seguir en la pelea, la integración debe reforzarse en los congresos regionales. El líder socialista sabe que los distintos sectores esperan sus adversarios en sus propios congresos. La última decisión de la ejecutiva fue cumplida en parte por los dirigentes regionales. El secretario general pidió que en mayo no se celebraran congresos y para evitar la coincidencia con las campañas de las elecciones andaluzas y europeas.Todos los congresos se celebrarán en abril, a excepción del de Madrid, que será en mayo, en vísperas de la campaña. Es precisamente en la federación madrileña en donde la fractura es prácticamente por la mitad. Esta situación se ha enconado al quedar fuera de la ejecutiva el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, adalid de la renovación.
El ánimo en las bases del partido sigue siendo belicoso, ajeno a las buenas palabras que ayer se dijeron los dirigentes que están en otra clave política.
La operación de González para integrar el guerrismo la explicó ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, al manifestar que el congreso "eliminó las incertidumbres" del mercado sobre la política económica. "Uno de los problemas que tenía la economía española se deriva de las preocupaciones de los mercados ante, este congreso y la huelga general [del pasado 27 de enero]. El congreso del PSOE reafirmó a nivel económico la línea más realista posible en estos momentos".
Próximas elecciones
La segunda clave de la operación integradora de González es la de un secretario general de un partido que necesita ganar unas elecciones que están a dos meses vista y que no desprecia la fuerza de su rival interno, Alfonso Guerra. Justo lo contrario de lo que hizo Antolin Sánchez Presedo en Galicia con Francisco Vázquez."Podíamos haber barrido en la comisión ejecutiva, pero hubiéramos roto el partido. Los guerristas hubieran pasado a la ofensiva en el grupo parlamentario y habrían entrado en una dinámica de pacto con los sindicatos", manifestó ayer un ministro de adscripción renovadora.
El secretario general ha apostado por diluir el guerrismo dentro de una ejecutiva mayoritariamente renovadora. Se ha asegurado una mayoría clara en la nueva dirección del partido. El 26 a 10 favorable a los renovadores garantiza el triunfo de las tesis felipistas.
El líder socialista ha conseguido que el congreso apruebe unas ponencias que casan con la política de su Gobierno. Para ello, implicó en su elaboración a un dirigente guerrista moderado, Francisco Fernández Marugán. El resultado es tal que González se ha permitido el lujo de decir, sin réplica alguna, que no ve diferencias políticas entre guerristas y renovadores.
También ha tratado de asegurarse González la delicada relación entre Gobierno y partido. Las ponencias aprobadas y los cuatro ministros con que ha dotado a la comisión ejecutiva garantizan una coordinación entre Gobierno y partido, y conjuran los riesgos de la etapa anterior.
Todo ello está muy bien sobre el papel, pero las incógnitas permanecen, sobre todo respecto al funcionamiento del secretariado permanente de la comisión ejecutiva, en el que tienen que convivir dirigentes tan diferentes como Almunia y Benegas.
Las interpretaciones sobre la distribución de las parcelas son de doble vuelta. Los renovadores destacan que para ellos quedan "Ias ideas", en tanto que los guerristas conservan un importante poder en el seno de la organización, fundamental, sobre todo, para cuando el PSOE pierda unas elecciones. Así, Guerra controla el aparato electoral; Benegas, las relaciones políticas, y Fernández Marugán las finanzas.
Pero los guerristas son también conscientes de la significación de haber perdido todas las áreas de elaboración política. Francisco Fernández Marugán pierde la cartera de Estudios y Programas, sobre todo económicos, en favor del ex ministro Joaquín Almunia.
La formación de militantes y cuadros queda en manos de Ludolfo Paramio -ex guerrista, pero no agresivo con sus antiguos correligionarios-; Alejandro Cercas conserva las relaciones con la sociedad y Carmen Hermosín, la secretaría de la Mujer. Todos ellos son renovadores. La principal incógnita es el nuevo secretario de organización, Ciprià Ciscar, aunque sus primeros declaraciones apuntan hacia el aperturismo.
Los renovadores confían en la potencia ideológica de Joaquín Almunia y Raimon Obiols, nuevo titular del área de internacional, para diluir el guerrismo. De todos modos, está por ver en un documento escrito una propuesta alternativa de los guerristas a una medida concreta del Gobierno. Otra cosa son las insinuaciones izquierdistas de los guerristas en sus discursos genéricos.
Ayer, todos los guerristas consultados se manifestaban satisfechos por el resultado y dispuestos a colaborar en "este aprendizaje de convivencia". La jornada fue de transición, ya que hasta hoy no toman posesión de sus despachos los nuevos miembros de la ejecutiva.
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