Los Doce discuten hoy cómo mantener la disciplina y atacar el fraude al presupuesto de la Unión Europea

Los ministros de Economía y Finanzas de los Doce intentarán resolver hoy distintos desajustes en las perspectivas presupuestarias de la Unión, de los que depende la propia adhesión de Austria, Finlandia, Suecia y Dinamarca, el 1 de enero de 1995. La reunión del Consejo Ecofin deberá, decidir cómo gestionar la reserva monetaria ante los efectos producidos por los realineamientos de las monedas y escuchará también el informe del Tribunal de Cuentas sobre el fraude al presupuesto, evaluado para 1992 en unos 170 millones de ecus (unos 27.000 millones de pesetas).Ambas cuestiones inciden en el debate sobre el mantenimiento de los límites del gasto de la UE, tal como fueron establecidos en la Cumbre de Edimburgo en diciembre de 1992 y en la distribución del dinero fresco aportado por los nuevos socios. El Reino Unido ha venido mostrando un interés creciente en la lucha contra el fraude al presupuesto Comunitario y está ejerciendo toda su presión para que tenga la misma consideración penal que el fraude a los presupuestos nacionales.

El partido conservador británico está utilizando la consigna de lucha contra el fraude en la UE como uno de los temas centrales en su campaña electoral para las elecciones a la eurocámara en junio próximo.

Los británicos vinculan la lucha contra el fraude con la propia disciplina presupuestaria y proponen utilizar la aportación neta de 1.600 millones de ecus que realizarán los cuatro nuevos socios de la UE en 1995, una vez se haya producido la ratificación, exclusivamente para mejorar los márgenes y reservas monetarias del presupuesto, manteniendo así intactas las perspectivas financieras entre 1993 y 1999 aprobadas en Edimburgo en diciembre de 1992.

Alemania, en cambio, sitúa en lugar preferencial el acceso a la reserva monetaria para garantizar el sistema de compensación a los precios agrícolas. Las sucesivas tormentas monetarias y la banda fluctuación de + / - 15% de las monedas en el SME (Sistema Monetario Europeo) establecida en agosto de 1993 han deteriorado el sistema de llamado "switch over" o compensación automática de precios agrícolas, por lo que el gobierno de Bonn desea garantizar la estabilidad de los precios ante la posibilidad de futuras apreciaciones del marco mediante una mayor disponibilidad de la reserva monetaria. La propuesta del Consejo preveía, en cambio, la imposición de una fecha límite, en 1997, para la utilización de dicha reserva.

Otros países cuentan con reservas o matices a las propuestas de disciplina prespuestaria. Italia ha opuesto una reserva general condicionada a la resolución de su contencioso con la Comisión Europea sobre la cuota lechera y las multas con las que ha sido castigada por la superación, en algunos casos fraudulenta, de las cantidades.

El gobierno italiano desea que se revise la cuota o se disminuye la multa. Francia pide garantías de que se cubrirán todos los compromisos de gasto agrícola vinculados a las concesiones obtenidas en el marco de la Ronda Uruguay del GATT.