_
_
_
_

Los 'ultras' se exhiben en la Complutense

Antonio Jiménez Barca

Alrededor de 25 estudiantés de extrema derecha, de las asociaciones Dispar y Disenso, desplegaron ayer una inmensa bandera de España con el águila del escudo del régimen de Franco a 50 metros de la puerta de entrada del edificio de Filosofía B de la Universidad Complutense. En aquel lugar, otros estudiantes, miembros de la asociación progresista No Pasarán, preparaban una sangría.Los ultraderechistas se plantaron alrededor de la bandera y se pusieron a beber pacharán (la elección de la bebida era una alusión al nombre de la asociación organizadora de la sangría. Los ultras habían puesto días antes carteles en Derecho e Historia que empezaban diciendo No pacharán).

"Venir aquí y poner una bandera con la garrapata es venir a provocar", decía Nieves, de cuarto de Historia, una estudiante que tomaba el sol ayer, junto con un centenar de universitarios, en un jardín que se convirtió de repente en una tierra de nadie entre los ultras y los de la sangría.

"La provocación es el aspecto físico y mental de esa gente", dijo ayer uno de los ultras señalando a los estudiantes de No Pasarán, entre los que abundan las camisetas, los pelos largos, las chapas del Che y los vaqueros.

La bandera preconstitucional la desplegaron al mediodía, y a las 12.30 llegó la policía, que se limitó a vigilar por si se producían incidentes. Cerca de las dos de la tarde, los ultras recogieron la bandera y comenzaron a irse. En ese momento, tanto los estudiantes de la sangría como los que descansaban en el verde comenzaron a aplaudir y a gritar a coro: "¡Nazis, fuera de la Universidad!". Los ultras respondieron, con la policía siguiéndoles los pasos, levantando el brazo y entonando el Cara al sol. "Algún día aquí pasará algo", comentó un estudiante mientras veía a los ultras alejarse.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_