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Tribuna
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Zappa

Ahora que ha pasado un tiempo desde la muerte de Frank Zappa quiero rendir homenaje a uno de los personajes que más he admirado como artista y como hombre.Era uno de los talentos más importantes que ha dado la música de nuestro tiempo, pero hemos asistido con tristeza al hecho de que terminó siendo un personaje único. La mayoría de sus compañeros de generación fueron claudicando a medida que aumentaba su nivel de renta.

A pesar de que ganó mucho dinero con su música, y en contra de lo que anunciaba en la portada de uno de sus primeros discos, que llevaba por título Estamos aquí sólo por la pasta, nunca fue una estrella del rock and roll al uso. Hacía la música en la que creía sin apuntarse a movimientos ni modas. Al cabo de los años se escucha uno cualquiera de sus discos, algunos de hace más de veinte años, y todavía siguen siendo modernos, mucho más que la mayoría de los que se hacen ahora.

Tenía una facilidad asombrosa para componer. Para la compañía discográfica llegó a ser un conflicto tener un artista tan trabajador, tan prolífico. También componía temas comerciales, sencillos, pero les daba la vuelta, los convertía en chistes, en parodias de sí mismos. Ésa era la principal habilidad del maestro: la autodesmitificación. Así, en una ocasión se presentó como candidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y el cartel de la campaña era una foto suya, en pelotas, sentado en la taza del water, cagando.

Era un compendio de lo que había que hacer para no triunfar en el mercado: "No evolucionó con los tiempos". Hizo bien, porque soplaron aires reaccionarios, de doma, de sumisión.

Ha muerto de cáncer hace pocas semanas. Recuerdo que . poco antes salió publicada en nuestro país una entrevista. Decía que se encontraba muy débil, pero seguía trabajando. En todo momento hacía gala de la entereza que posee el que ha tenido valor para no caer en la tentación de la oferta mundana, que le hubiera dado todo el oro del mundo por dejar de ser un mal ejemplo y convertirse en aquello contra lo que luchaba, un mensajero de miserias: una mierda.

Siempre denunció la hipocresía de la sociedad en la que vivía con declaraciones tan contundentes como: "Es la prohibición de las drogas la que ha llevado a los camellos hasta la puerta de los colegios"; o canciones en las que se dirigía a las niñas pijas en estos términos: "Dame tu sucio amor, ése que tu madre se monta con su indecente caniche".

Un ejemplo.

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