En su línea

A quienes gustan de repetir que nadie es profeta en su tierra, Tania María parece empeñada en darles la razón. Mientras que es harto dificil encontrar en Brasil a alguien que conozca su nombre o, aún más improbable, a alguien que la haya escuchado alguna vez, los discos de esta compositora, pianista y vocalista brasileña suelen figurar en lugares destacados de las listas de ventas norteamericanas y su presencia en festivales de jazz es ya algo habitual. Tania María forma parte de ese grupo de músicos brasileños residentes en Estados Unidos, que incluye a gente como Sergio Mendes, Astrud Gilberto o Airto Moreira.El título de su último disco, Outrageous, le viene como anillo al dedo a Tania María: atrevida. Lo fue cuando dejó su país para enfrentarse ella sola al París de los pequeños clubes nocturnos. Y lo volvió a ser cuando cambió el estatus conseguido a pulso en algunos países europeos por una incierta aventura estadounidense. Tania María Correa Reis (Sáo Luís, 1948) no siempre disfruta de acompañantes como Eddie Gómez y Sammy Figueroa, dos instrumentistas que garantizan una sección rítmica solvente en cualquier circunstancia. Gómez se mostró elegante, conciso y eficaz en el manejo del contrabajo, mientras Figueroa igual agitaba el ganzá -cilindro metálico con piedrecitas en su interior-, que hacía sonar un silbato, acariciaba cilindios metálicos, percutía cencerros y platillos, tocaba la pandereta o golpeaba con las palmas de sus manos el cuero de las congas, en una lección bien aprendida de cómo incorporar cualidades de la percusión brasileña y propiedades de la cubana.

Formas negroides

Un trío que recorre formas negroides: jazz, funk, samba... en eso consistió la propuesta de Tania María, con ese estilo original que la ha caracterizado durante la última década; sin cambios reseñables. Siempre con la síncopa dominando. La brasileña combina un scat -canto sin palabras- agresivo y una aproximación percusiva al piano que se retroalimentan sin cesar. Hasta las baladas desembocan en una dinámica extrovertida y enérgica. Sus composiciones tienen la virtud de la inmediatez. Es una música de frases rítmicas que se repiten con pocas variaciones y que corre el peligro, tras la escucha de varias piezas consecutivas, de provocar cierta sensación de monotonía.

Tras la actuación de Tania María, la Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes se transforma en local de música en directo, con mesas y servicio de bar como en los mejores clubes de jazz, y Madrid gana un espacio privilegiado que tendrá próximamente a Gonzalo Rubalcaba, Jack de Johnette, João Bosco, Gary Burton y Eddie Daniels, Dianne Schuur o Paquito D'Rivera.