La publicidad y el drama bosnio
Precisamente por la publicidad que emite no soy consumidora de productos de la compañía que se anunció en color en una doble página de su periódico el martes 15 de febrero de 1994 y que actualmente se exhibe en vallas publicitarias.Dicha publicidad, que muestra un pantalón de camuflaje y una camiseta maculada de sangre con un orificio, probablemente debido al impacto de una bala, acompañados de una frase posiblemente en serbo-crolata, hace quizás referencia a un conflicto actual en la región balcánica.
No obstante, más allá de la simple provocación, tal vez su único propósito, no simboliza el martirio humano a través del de un pueblo, los suplicios de las celdas, de los campos de concentración, de los crematorios, el jabón y la fibra textil humana, los torturados crucificados una segunda vez por una empresa en nombre del provecho.
Es la imagen no del dolor,
sino de la utilización que de él se hace.Las manos del empresario, del publicista, del responsable del soporte publicitario, del transeúnte que se para en el escaparate, entra y compra un producto de esta firma, estas manos se bañan en la sangre del dolor hecho bien de consumo.
Esta publicidad no evoca ninguna víctima, sino que denota nuevos verdugos.- C. Mignot.