Alcorcón rehabilita desde 1991 su único monumento histórico
Tres años de trabajo mantienen a la iglesia más antigua de Alcorcón en fase de rehabilitación. Los andamios, el cemento, el pico, la espátula y algunos albañiles y restauradores conviven desde hace tres años con el Cristo, la pila bautismal, el sagrario y los bancos de madera de la iglesia de Santa María la Blanca, de Alcorcón (140.000 habitantes).Este templo, construido a finales del siglo XVI, y declarado patrimonio histórico en enero por la Comunidad de Madrid, es el monumento más antiguo y valioso de la localidad. La primera fase de los trabajos de reforma de la iglesia terminó el año pasado, después de que la Consejería de Cultura decidieran gastar 30 millones de pesetas de los presupuestos regionales para acondicionar la cubierta de la nave del templo de cruz latina, la cúpula, las grietas aparecidas en la fachada norte, que está tapada por los locales de la congregación, y dos vidrieras emplomadas.
El coste de la segunda fase de los trabajos de rehabilitación, que comienza este mes, será financiado con las aportaciones de la comunidad parroquial. "Patrimonio nos hace el proyecto gratis y nosotros pagamos seis millones de la cartilla de donativos que tenernos", expilca Guillermo Corral, párroco de Santa María la Blanca. Ese acuerdo permitirá devolver al templo su esplendor original. La inversión para seguir recuperando las partes dañadas del templo ha dejado la cartilla de ahorros parroquial tiritando.
Retablo churrigueresco
"Esta iglesia en Salamanca pasaría inadvertida, pero aquí no", argumenta el párroco. Entre las joyas que guarda el templo destaca un hermoso retablo churrigueresco del siglo XVIII.
La iglesia de Santa María la Blanca fue la morada de la urna con los restos de san Isidro durante toda una noche de 1619: "Cuando el rey Felipe III se puso enfermo cerca de Toledo y mandó llevar la urna desde Madrid, la comitiva paró una noche aquí", explica orgulloso el párroco Guillermo Corral.
La iglesia con más historia del municipio de Alcorcón sirvió también de refugio de soldados durante la batalla de Brunete. "Todavía hay balas en el desagüe de la pila bautismal", recuerda el párroco.
Geocisa será la empresa constructora encargada de llevar adelante el último tramo de la rehabilitación.
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