Maniobra política en México para impedir la candidatura de Camacho a la presidencia

Las dos principales formaciones mexicanas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), registraron en las últimas horas a sus candidatos, Luis Donaldo Colosio y Cuauhtémoc Cárdenas, cerrando así la posibilidad de un eventual cambio de última hora que permitiera la entrada de Manuel Camacho, actual comisionado para la paz en Chiapas, como aspirante presidencial por una de las dos formaciones para las elecciones del 21 de agosto. Fernando Ortiz Arana, presidente del PRI, definió a Colosio como el candidato de "todos los militantes" de la organización.

La frase de Ortiz Arana tenía doble intencionalidad, ya que aparte de querer decir que el PRI, que ayer cumplió 65 años de existencia, estaba unido como un sólo hombre en torno a Colosio cortaba en seco rumores sobre una división dentro de la organización entre quienes estarían a favor de mantener a aquél y quienes estarían buscando sustituirlo por Camacho.El fantasma de Camacho, el político que en noviembre perdió el destape presidencial en el PRI, volvía a aparecer en la campaña electoral mexicana. Muy astuto, Camacho, gallo ganador en estos momentos en la política mexicana por el éxito de su actuación en Chiapas, dejaba correr todo tipo de rumores sobre su futuro, dándole igual cuál fuera el partido que esos mismos rumores le asignaban.

La capacidad de que un sólo hombre pudiera poner nervioso con su silencio al viejo sistema político mexicano ha quedado al descubierto varias veces desde que estalló el conflicto de Chiapas. Camacho, que se ofreció a pacificar Chiapas, es jaleado ahora por una sector importante de la sociedad mexicana para que se presente a las elecciones, no sólo por su perfil político, uno de los más altos el país, sino porque él mismo ha estado haciendo guiños a todos estos sectores políticos para que le hagan un hueco.

No existe frase alguna por parte de Camacho que le pueda atribuir esta ambición política, pero sí todo tipo de gestos, muy importantes en México; un estado mayor de colaboradores en su alrededor que coquetea cada día con los periodistas alimentando el rumor, y una falta de credibilidad hacia el sistema por parte de la sociedad mexicana en general que se entusiasma con todo aquello que le suena a novedoso. El PRI al registrar a Colosio y el PRD al hacer lo mismo con Cárdenas han cerrado de momento la posibilidad de que Camacho, quien en sus mensajes desde el Estado de Chiapas se ha pronunciado por una mayor democratización del sistema, sea su candidato.

La ley mexicana, que no prevé candidaturas independientes, exige que el candidato esté avalado por un partido.

Son ocho los que se presentan y ahora se dice que Camacho podría ser el candidato del Partido Verde, cuyo precandidato Julio González Torres parece estar dispuesto a cederle el puesto. Esta tortura psicológica, alimentada por el silencio de Camacho, a quien ya se le empieza a demandar que clarifique la situación, concluye el próximo día 15, cuando todos los candidatos deberán de estar ya inscritos.