Evacuadas 12.000 personas en la frontera entre México y EE UU por una fuga de gas
Más de 12.000 personas fueron evacuadas el jueves a ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México, a la altura de los Estados de Arizona y Sonora, a consecuencia de un escape de gas tóxico provocado por un derivado de petróleo aún no identificado, que se infiltró en el alcantarillado de dos ciudades gemelas. Estas ciudades, una norteamericana y otra mexicana, comparten el nombre de Nogales y, pese a estar divididas por la línea fronteriza, usan un mismo desagüe para sus aguas negras. Los expertos creen que la fuga pudo originarse en una de las fábricas de la zona industrial de la Nogales mexicana.
El trabajo combinado de las autoridades estadounidenses y mexicanas, que por un día se olvidaron de que viven divididos por una aduana, permitió que nueve horas después de las primeras emanaciones tóxicas las dos Nogales quedarán fuera de peligro.Antes pudo producirse una tragedia, ya que el gas comenzó a salir al aire a través de las alcantarillas y los desagües de las dos ciudades, provocando el pánico entre los vecinos. Posteriormente, las autoridades advirtieron que la sustancia química que había producido las emanaciones era inflamable y podía producir explosiones.
Nina Trasosf, portavoz municipal de Nogales (Arizona), dijo que las primeras emanaciones de gas se produjeron sobre las 10:30 de la mañana en una concurrida zona comercial y en una potabilizadora de agua. Las autoridades norteamericanas, que percibieron inmediatamente el peligro que suponían estas emanaciones, decidieron desalojar un radio de ocho kilómetros en esa parte de la frontera.
La aduana fue cerrada y alrededor de unas 5.000 personas, entre vecinos, propietarios de comercios, escolares y transeúntes que se disponían a cruzar la frontera fueron trasladados varios kilómetros hacia el interior del Estado de Arizona, donde se improvisaron albergues y se repartieron alimentos. Un total de cien comercios, ubicados en una línea de ocho kilómetros que parte desde la frontera, fueron también cerrados, al igual que un tramo del paso aduanero.
La alarma en el lado estadounidense, que es donde confluyen las aguas negras de la Nogales mexicana y el sistema de alcantarillado local, tuvo un efecto inmediato en la otra parte de la frontera.
El escape fue detectado en el lado mexicano y expertos locales, ayudados por especialistas de Estados Unidos, iniciaron un rastreo por el alcantarillado hasta localizar la fuga. La operación duró cerca de nueve horas. Antes fueron evacuadas unas 7.000 personas de lado mexicano, que siguieron la misma suerte que sus convecinos de Arizona.
La evacuación en la Nogales mexicana se hizo en un área de un kilómetro cuadrado, también pegada a la frontera, lo que afectó igualmente a viviendas, comercios y escuelas de la zona. En este lado de la frontera el Ejército fue el encargado de organizar a evacuación. La gente volvió a sus casas sobre las ocho de la noche. Según las autoridades de ambos países, no se registró ningún incidente a lo largo de la operación.
Peligro de explosión
Dos horas después de las primeras emanaciones, de lado estadounidense se informó que el gas contenía "un alto riesgo de explosividad", pero ni a esa hora, ni tampoco ayer, se sabía cuál era su procedencia e identificación. No obstante, se informó extraoficialmente de que la fuga podría haberse originado en una de las fábricas ubicadas en la zona industrial de !a Nogales mexicana.
Esta parte de México fronteriza con Estados Unidos es uno de los lugares de mayor índice de contaminación industrial del país, ya que la zona alberga gran cantidad de empresas que fabrican todo tipo de productos con destino a Estados Unidos, sacando provecho la mano de obra barata mexicana.
El problema ambiental de la frontera mexicana fue, precisamente, uno de los asuntos más discutidos antes de sellarse, el pasado mes de diciembre, la alianza comercial de México con Estados Unidos y Canadá mediante el Tratado de Libre Comercio (TLC).
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