Anomalías en el metro

Sobre las 14.30 del día 2 entro en la estación de metro de Rubén Darío con intención de dirigirme a Argüelles. Hacía años que no cogía el metro, pues voy poco a Madrid, y en el vestíbulo observo las siguientes anomalías:- La ventanilla cerrada sin ninguna persona dentro.

- Un gran número de personas entrando en la estación y pasando a los andenes; unas, mediante la introducción del billete en los molinetes; otras, sin él, a través de la puerta junto a taquillas abierta, y otras, por un molinete desbloqueado que dejaba libre el paso.

-Dos agentes hablando entre sí observando el tráfico.

Me dirijo a la máquina expendedora, que no usaba nadie, y al llevar únicamente monedas nuevas de 200 pesetas y un billete de 5.000 pesetas, veo que la máquina expendedora tiene borrados los tipos de monedas que admite.

La gente continuaba entrando y, a la vista de los agentes, un viajero joven me dice: "¡Oye, pasa, se puede pasar!". Inseguro, pero ante tal panorama, me introduzco por el pasillo que va al andén, y al final de éste me encuentro a tres agentes pidiendo el billete y poniendo multas a prácticamente todo el mundo.

Un agente de los tres me hace esperar, ya que los tres estaban ocupados, y me pide el billete, al cual le enseño las monedas que todavía llevaba en la: mano y le digo que no llevo billete y le cuento la situación, me pide el carné de identidad y se lo doy, totalmente perplejo por la situación y fuera de juego mentalmente por el absurdo escenario.

Los tres agentes no daban abasto. Mi notificación de recargo extraordinario lleva el número 12.629, y hora, las 14.55.

Les ruego que verifiquen el número de denuncias que se debieron producir en los 15 minutos próximos a esta hora, no creo que bajen de 20, y díganme si es normal o es que allí pasaba algo.

Por mi parte, considero que se trató de un montaje inadmisible.

No quiero entrar en si la picaresca ha sido para compensar déficit de la compañía o situaciones de descontento de los empleados.

Pero sí afirmo que esto se trata de un timo organizado que grava la imagen de la compañía y de la Administración madrileña si es que lo permite.

Por ello me he dirigido al Consorcio de Transportes de Madrid y les he pedido una ex« licación, así como la anulación de todos los expedientes sancioadores de ese día en esa estación de metro en la confianza de que situaciones similares no se volverán a repetir.-